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El tren electoral
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El tren electoral

Por Rafael M. Martos
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martes 30 de diciembre de 2025, 06:00h
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El pasado lunes, el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, nos citó para el preceptivo balance del año. Entre titulares optimistas y cifras de inversión, Martín insistió en la perla que todo almeriense —curado ya de espantos ferroviarios— guarda en el cajón de las promesas de Adviento: tendremos conexión por Alta Velocidad con Murcia "en esta legislatura".

La frase supone, objetivamente, una reducción considerable de longitud, pues no hace tantos meses que el ministro Óscar Puente, aseguraba en ese mismo periodo de tiempo, la conexión con Barcelona. No es que dudemos de la ingeniería española, que es capaz de horadar el túnel de Sorbas mientras Pedro Sánchez intenta horadar el muro de sus socios parlamentarios, sino que el concepto de "esta legislatura" se ha vuelto en la política algo tan elástico como un chicle de fresa Bazzoca (¿los recuerdan?). Al ritmo que vamos, la pregunta que nos hacemos en esta provincia no es cuántas traviesas faltan, sino cuántos telediarios le quedan al mandato de Sánchez antes de que el castillo de naipes decida tomarse un descanso.

La cuestión es que como el presidente tiene la costumbre —un tanto exótica, dirán los puristas del Derecho— de considerar la Constitución como una sugerencia más que como una norma, pues lo de "en esta legislatura" nos queda un tanto ambiguo. El artículo 134, ese que obliga a presentar Presupuestos Generales cada año, parece haberse convertido en literatura fantástica para un Ejecutivo que encadena prórrogas mientras el Senado, ya cansado de esperar, ha decidido llevar el asunto al Tribunal Constitucional. Tres años sin cuentas propias son muchos años, incluso para alguien con la capacidad de resistencia de quien duerme en la Moncloa. Por eso, "esta legislatura" no es que pueda acabar antes del máximo legal establecido, sino que igual se alarga un poco (ya lo dijo el propio presidente, que no había por qué calcular desde la votación sino desde la toma de posesión, que son unos meses más).

El panorama electoral que se le avecina al PSOE es lo más parecido a un mapa de zona catastrófica. Tras el desastre de Extremadura, los tambores de guerra suenan en Aragón, donde Pilar Alegría, ya ex ministra de Educación y portavoz del Gobierno, parece ser la elegida para encabezar un sacrificio ritual en las urnas. Las encuestas allí huelen a chamusquina, y no precisamente por el fuego del hogar. En Castilla y León la cosa no pinta mejor, como en la Comunidad Valenciana, y siempre cantidatas escogidas por el propio Sánchez... para no equivocarse...

¿Y qué decir de nuestra Comunidad Autónoma? En Andalucía, la duda ya no es si el Partido Popular de Juanma Moreno mantendrá su hegemonía, sino si el PSOE acabará pidiendo la hora por debajo de Vox en algunas provincias. Si el sur, que fue el granero inagotable de votos del puño y la rosa, empieza a mirar con mejores ojos a Abascal (porque parece ser que no tienen a nadie más) que a María Jesús Montero, es que el respirador artificial de la legislatura necesita pilas nuevas urgentemente.

Ante este panorama, Sánchez tiene dos opciones: o adelanta las elecciones para evitar que el goteo de derrotas se convierta en una hemorragia irreversible, o se encomienda a algún milagro laico para aguantar hasta 2027.

Y aquí es donde entra mi teoría, basada en la lógica aplastante de la subdelegación: si José María Martín nos asegura que el AVE llegará "en esta legislatura", lo que podemos desear los almerienses es que el mandato se acabe mañana mismo. Cuanto antes caiga el telón del sanchismo, antes entrará el tren por la estación de Almería, siguiendo la infalible propiedad transitiva de la propaganda oficial. A fin de cuentas, si la legislatura se acaba por agotamiento o por decreto, el compromiso del Gobierno quedaría cumplido ipso facto.

Visto así, quizá el soterramiento no dependa de las máquinas de ADIF, sino de que alguien en Madrid pulse el botón de "convocar". Por una vez, el adelanto electoral podría ser la infraestructura más rápida de nuestra historia.

Rafael M. Martos

Editor de Noticias de Almería y Coordinador de la Delegación en Almeria de 7TV Andalucía

Periodista. Autor de "No les va a gustar", "Palomares en los papeles secretos EEUU", "Bandera de la infamia", "Más allá del cementerio azul", "Covid19: Diario del confinamiento" y "Por Andalucía Libre: La postverdad construida sobre la lucha por la autonomía andaluza". Y también de las novelas "Todo por la patria", "Una bala en el faro" y "El río que mueve Andorra"