La Comisión de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Senado vivió este lunes un debate de gran intensidad en torno a la moción del PSOE sobre el impulso del sector hortofrutícola en España. La senadora del Partido Popular por Almería, Carmen Belén López Zapata, se erigió en protagonista con un discurso vehemente en defensa de los agricultores de su tierra, centrando el foco en la falta de agua y en la ausencia de medidas reales por parte del Gobierno.
“Si la fruta y la hortaliza tienen sello de calidad y sostenibilidad, no es gracias al Gobierno de Pedro Sánchez ni a su ministerio, sino al esfuerzo de miles de agricultores”, arrancó López Zapata, antes de cargar con dureza contra la iniciativa socialista, a la que calificó como “un brindis al sol, vacía de compromiso real y sin credibilidad alguna”. Para la senadora almeriense, la moción no es más que un intento de “tapar las vergüenzas del Gobierno de Pedro Sánchez, que ha sido el peor Gobierno que ha tenido la agricultura en España, y no solo la agricultura, sino España en general”.
La parlamentaria popular insistió en que la agricultura intensiva que sostiene la economía de Almería y de buena parte del Levante español está asfixiada por la falta de agua y por una burocracia que, en sus palabras, “los humilla y los asfixia con impuestos y normativas absurdas”.
En este punto, López Zapata se dirigió directamente a la senadora socialista que había defendido la moción:
“Usted es extremeña, pero ¿sabe usted lo que cuesta poner una hectárea de frutas y hortalizas en Almería, en mi tierra, o en Murcia, por ejemplo? ¿Lo saben ustedes? Por encima: una hectárea, veinte carterillas de pimiento, a 400 euros cada una, ya vamos por 8000 euros. A eso hay que sumar 2000 euros de semilleros, 5000 de la lucha integrada que antes se ha puesto de manifiesto aquí —los bichos: los orius, los swirskii, los que quiera…—, más los plastiquillos, más los hilos que hay que poner, así que, sin sumar ni siquiera la mano de obra, hablamos de 20 000 a 30 000 euros por hectárea. Y tampoco metemos el agua. Usted dice que no lo tenemos muy claro. Lo tenemos claro, no, cristalino: queremos un pacto nacional por el agua, y así lo ha manifestado Alberto Núñez Feijóo. Queremos el agua, esa que su partido nos está negando para poder tener presente y futuro, porque el agua no es un lujo en Almería, ni en Murcia, ni en nuestra huerta de Europa, sino que es vital para seguir creando empleo y riqueza en nuestra tierra. Ustedes no han acometido la obra de desalación que llevamos reclamando años y años en el campo de Níjar y en el Levante almeriense, poniendo en jaque con ello las explotaciones y reduciendo aún más las aportaciones hídricas a Almería. Eso es lo que ha hecho el Gobierno de Pedro Sánchez. Tampoco han permitido los acuerdos a los que han llegado los regantes del Canal de las Aves de Aranjuez y los regantes del Levante para poder garantizar el agua a nuestras explotaciones. Y si hablamos de Murcia, llevan ya siete años reclamando las limitaciones y las prohibiciones que su Gobierno les está imponiendo. Y por supuesto que estamos a favor de las campañas de promoción para el consumo de nuestras frutas y hortalizas. En lo que no estamos a favor es en que, desde el Gobierno de Pedro Sánchez y de sus socios de Gobierno, se hagan campañas como la que se hizo de la fresa, poniéndonos como auténticos explotadores. Porque ustedes mucho ‘te quiero perrito’, pero pan poquito; una cosa es lo que dicen y otra cosa es lo que hacen”.
La senadora popular subrayó además que la falta de inversiones hídricas en la provincia, sumada a las limitaciones en la gestión de plagas y a la ausencia de medidas reales para favorecer el relevo generacional, “ponen en jaque el futuro de la huerta de Europa”. Recordó que “los agricultores no piden privilegios, sino competir en igualdad de condiciones” y que el Estado debería apoyar al sector como hace la Junta de Andalucía, que ha aprobado 22 millones para hacer frente a la plaga del Thrips parvispinus.
Con golpes de mano en la mesa por parte de sus compañeros de bancada, López Zapata cerró su intervención reiterando el mensaje central: “A los agricultores no se les ayuda con palabras huecas ni con mociones vacías. Se les ayuda con agua, con infraestructuras y con precios dignos. Y eso es lo que ustedes les niegan. Almería no pide privilegios, pide justicia. Y lo que exigimos es el agua que nos deben”.
La moción socialista, finalmente, siguió adelante sin aceptar la enmienda popular, pero el debate dejó claro que el futuro del sector hortofrutícola se ha convertido en un nuevo frente de confrontación política.