La Fiscalía de Almería ha sostenido este jueves que los cuatro acusados del clan de 'Los Minos' --un padre y sus tres hijos-- actuaron "de común acuerdo" al matar a tiros a un vecino de la calle Ossetia del Norte en Gádor en mayo de 2019 debido a las desavenencias previas que tenían con él. Sin embargo, han introducido cambios en su escrito definitivo de conclusiones para determinar el grado de participación de cada uno.
Durante el juicio previo a la decisión del jurado, el fiscal señaló a I.F.S. como el responsable del asesinato. Esta persona y sus familiares habían planeado acabar con la vida de su vecino, sin embargo, existe la posibilidad de que sólo hayan intentado llevarlo a cabo. I.F.S., al principio enfrentaba hasta 42 años de encarcelamiento por asesinato, tentativa de asesinato y depósito ilegal de armas. Él mismo admitió haber disparado varias veces al aire con un arma que tomó de casa de su padre, pero testigos posteriores declararon que los disparos iban dirigidos hacia la víctima.
La Fiscalía ha cambiado la acusación contra el acusado por los disparos que hizo contra dos hermanos del fallecido durante la huida de él y su familia hacia Almería. Pasó de un intento de asesinato a dos intentos de homicidio.
La defensa del principal acusado argumentó que su cliente actuó con la intención de "proteger a su padre y preservar su vida e integridad física" ante la amenaza de la víctima, quien según el relato habría empuñado un arma para atacar a su padre. Después de algunos disparos "disuasorios", habría apuntado con una carabina hacia él. Por lo tanto, consideran necesario aplicar la eximente de legítima defensa.
Karim El Marbouhe, abogado, ha solicitado que en lugar de una absolución, los hechos sean considerados como un delito de "lesiones" ya que no se ha podido demostrar un "ánimo de matar". Igualmente, ha pedido la misma consideración para el hermano de la víctima que resultó herido por un disparo en el glúteo. Por otro lado, con respecto al disparo realizado sobre el vehículo del segundo hermano del fallecido y que lesionó a la copiloto, la defensa también ha solicitado la absolución.
La acusación particular ha seguido con su denuncia inicial, igual que la Fiscalía. Las demás defensas han pedido la absolución completa para sus clientes en relación a los cargos de intento de asesinato y tenencia ilegal de armas.
Los hechos ocurrieron a las cuatro de la tarde del 10 de mayo de 2019, cuando los cuatro acusados se encontraban en la puerta de su casa y vieron a la víctima sentada en el portal de su hogar, en Ossetia del Norte. Los acusados, dedicados al cultivo de marihuana, habrían discutido con su vecino, exigiendo que vendiera su propiedad para tomar el control de la calle. Entonces, según la Fiscalía, actuaron "de forma conjunta", agarraron varias armas que tenían consigo, "las distribuyeron, salieron a la calle" y "con intención de matarlo" a su vecino "desde diferentes distancias, comenzaron a disparar". Las pruebas forenses indican la presencia de al menos cinco armas diferentes en el lugar del crimen.
La víctima falleció casi de inmediato debido a las numerosas heridas que sufrió, algunas de ellas fatales. Cuando escucharon los disparos, el hermano de la víctima salió de la casa y al verla en el piso se acercó a ella. En ese momento, I.F.S. le disparó con intenciones de matarla, pero al huir corriendo recibió un tiro en el glúteo, según lo contado por el fiscal.
Los acusados salieron de la escena del crimen en varios vehículos que habían preparado para dirigirse a Almería. I.F.S., que iba en el asiento trasero izquierdo de un coche, disparó hacia otro hermano de la víctima cuando los dos coches se cruzaron. El proyectil fue apuntado hacia la cabeza del perjudicado con la intención de matarlo, pero debido al movimiento de los vehículos, no llegó a alcanzar a ninguno de los pasajeros y impactó en el marco de la luna delantera con la ventanilla del copiloto. Una vez llegaron a Almería, I.F.S. se entregó a las autoridades mientras que el resto de su familia huyó a Figueras (Gerona), donde fueron detenidos más tarde.
La Fiscalía acusa a los sospechosos de haber planeado el crimen previamente, debido al ambiente tenso que se mantenía con la víctima. El padre de familia se puso en contacto con un conocido para que le ayudara a obtener dos escopetas, a cambio de perdonar una supuesta deuda que tenía con ellos por la venta de drogas.
El acuerdo era que el conocido, con licencia de armas, comprara las escopetas a nombre de la familia de los acusados. Esto fue aceptado debido a la "deuda", su falta de dinero y la presión recibida por parte de una gente considerada "conflictiva". Dos días antes del crimen, el padre y uno de los hijos se reunieron con el conocido en una armería de Alhama de Almería, eligiendo una repetidora del calibre 12 y un rifle Winchester repetidor del calibre 22. Al día siguiente, cuando recogieron las armas, compraron dos cajas de munición del calibre 22 y otras dos del calibre 12.
En la vivienda de los acusados, quienes están siendo juzgados por tráfico de drogas y pertenencia a una organización criminal, se encontraron dos carabinas -una modificada-, cuatro pistolas semiautomáticas, una con el número de identificación parcialmente borrado; dos escopetas y dos rifles.