Si cuento hasta diez, terminaré hablando de las actividades de Educación Ambiental que haremos para celebrar el Día (la semana) del Medio Ambiente con colegios, empresas y administraciones. Pero esta vez no me da la gana hablar de futuro, valores y esperanza.
Hago esta denuncia cargado de rabia, impotencia y frustración por la sensación de estar vendiendo humo y siendo cómplice de un sistema lento, muy burocratizado e ineficaz ante problemas sencillos de solucionar con un poco de interés, imaginación y trabajo colectivo desinteresado. Sé que no sirve de nada, que aquí solo se encaran las cosas si te vas a la Guardia Civil y firmas, con nombre y apellidos, una denuncia. Lo demás son aullidos a la luna.
Y eso me cabrea. Que los cuerpos de seguridad no actúen ante las evidencias hasta que un simple ciudadano deje su rastro por escrito para que luego lo amenacen, lo persigan físicamente o, en el mejor de los casos, lo lleven al juzgado donde tiene que gastarse una pasta en abogados para hablar ante un juez.
Mi malestar lo vengo rumiando desde hace tiempo, pero me voy justificando con eso del granito de arena, despertar conciencias y plantar semillas para recoger frutos. Creo en ello y, mientras el cuerpo aguante, seguiré haciéndolo, pero ante lo urgente: soluciones imaginativas, prácticas, rápidas y contundentes. Y de mi incapacidad para conseguirlas viene mi cabreo.
Ayer, a bordo del Polaris V, hablándole a unos vecinos de Roquetas sobre la importancia de las praderas de Posidonia, después de darnos un bañito en alta mar y esperando a ver si aparecían delfines, me llamó un buzo profesional para decirme que hiciese algo (¿yo, un pobre diablo?), lo que correspondiese, porque están dragando el puerto de Almerimar y toda esa arena, cargada vete a saber de cuántos elementos tóxicos, la estaban echando encima de las praderas de Posidonia de Punta Entinas Sabinar, protegidas por un Lugar de Importancia Comunitaria, y de las que presumimos, al menos yo, en El Ejido.
En realidad, sus recorridos, grabados por una aplicación, se quedan justo antes del espigón de la playa de Punta Entinas, pero allí también hay praderas y, sobre todo, vecinos. No sé si lo estarán haciendo conforme al proyecto presentado, pero al menos habría que comprobarlo, para garantizar la ley, el turismo y porque el bosque sumergido es un gran patrimonio del municipio.
Confío en que los mensajes de auxilio solucionen el tema y celebremos el Día del Medio Ambiente como se merece: protegiendo la naturaleza para las generaciones futuras. Y aprovechando que tengo su atención, pongo el foco en otro lugar de Punta Entinas que deberíamos reforzar para que esta semana sea completa.
Hace un año empezamos a quejarnos y pedir acciones para que se cierre un camino que abrieron los narcotraficantes quitando varias piedras enormes que lo cerraban. Lo hicieron el mismo día que el Ayuntamiento de Roquetas y la Junta celebraban que habían puesto una cadena en uno de los accesos principales. Estos delincuentes podrían haberla cortado, pero como hay una cámara de vigilancia muy cerca, no se atrevieron, y decidieron, con sus santos cojones, meter una máquina, un camión o vete tú a saber, para mantener el negocio. Desde entonces está abierto y las cadenas en otros puntos para conservar el espacio protegido no sirven de nada.
Ahora, a las variadas excusas, se suma la de que van a empezar de forma inminente las obras de la Torre de Cerrillos. Ojalá me equivoque, pero después de seis años y con el verano a la vuelta de la esquina, allí no van a hacer nada en los próximos meses, y es urgente que el camino esté cerrado para cuando la gente empiece a ocupar las playas. Si luego hay que volver abrirlo, se abre y punto.
Ya no pido, sería lo apropiado, que pongan cámaras por el sitio donde entran y salen los narcos para enchironarlos; me conformo con que se lo pongan un poco difícil, muevan el puñado de piedras y hagan cumplir las leyes, las de seguridad ciudadana y las de protección de la naturaleza. Espero que la dejadez, desidia y falta de acción sea por cuestiones burocráticas y legales y no porque haya connivencia y corruptelas, que al final, mi mente calenturienta, es lo que termina pensando.
Si es por falta de recursos, nosotros buscamos el tractor, pero que al menos este año hagan algo más que echarse fotos con linces para celebrar y fingir que protegen el Medio Ambiente. A ver si vienen en su auxilio, que estoy perdiendo la fe, empiezo a notar la falta de aire para respirar y solo huelo podredumbre.