Y mira tú por dónde, que la semana pasada me topé con la noticia de que la Oktoberfest de Almería se anunciaba a bombo y platillo con un reclamo irresistible: ¡ENTRADA GRATIS!
La verdad es que la noticia me sacó una sonrisa... y un poco de mala uva, porque soy de Almería, sí, pero no nací ayer, y mi abuela Adela siempre me dice: "Hija, cuando te vendan algo 'gratis', abre bien los ojos, que hasta el aire que respiras lo acabamos pagando de alguna manera." Y razón no le falta a la jefa.
A ver, que me expliquen. Yo estuve en nuestra Oktoberfest (o, como la llamo cariñosamente, la UtOBErfest, por aquello de que aquí todo tiene un toque nuestro) y la experiencia fue genial: buen ambiente, música, amigos... pero lo de "gratis", ¿dónde estaba?
Entras al recinto, sí. El acceso es libre, no te cobran por cruzar la puerta, ¡fantástico! Pero una vez dentro, tienes una sed del desierto de Tabernas y un hambre que te comerías un esparto. Y claro, el medio litro de cerveza, la salchicha alemana, el codillo... ¡a pasar por caja!
Entonces, mi pregunta es: ¿qué es exactamente lo que me están regalando? ¿El placer de estar de pie en un sitio donde venden cosas? Es como si mi primo Manolo me invitara a su casa en El Zapillo y me dijera: "¡La entrada a mi salón es gratis!", pero luego me cobrara por el plato de caracoles y la caña que me ponga. ¡Pues claro que sí, Manolo, faltaría más que me cobrases por entrar en tu piso! Es puro marketing, un gancho. Y aunque lo entiendo, me da un poquito de rabia que traten a la gente de Almería como si no se diera cuenta.
Pero el tema de la gratuidad no es lo único que me chirría. El cartel habla de la "Fiesta de la Cerveza" o Oktoberfest (que es la más famosa del mundo). Cuando uno lee eso, se imagina una selección de cervezas artesanales, importadas, claras, tostadas, negras, de trigo, de cebada... una feria de diversidad.
Y sin embargo, ¿qué nos encontramos en nuestra UtOBErfest? Pues (y ojo, que me gusta, no tengo nada en contra de la marca), nos encontramos con la promoción de una única marca de cerveza. Es decir, es un evento de marca que, legítimamente, quiere vender su producto, cosa que me parece estupenda, pero no es una "Feria de la Cerveza".
Cuando estuve de Erasmus en Alemania, en Hannover, fui a una Feria de la Cerveza de verdad, ¡y aquello era otro nivel! Tenías puestos y puestos de cervezas de Baviera, de Bélgica, de todos los tipos y sabores, gente vestida con trajes típicos por todos lados... era una experiencia cultural con la cerveza como protagonista, no un gran stand donde solo hay una opción.
Aquí en Almería se hace un evento divertido, que le da ambiente a la ciudad y nos permite bebernos unas buenas jarras, ¡y eso se agradece! Pero llamarlo Oktoberfest o "Fiesta de la Cerveza" es un poco atrevido cuando es, sencillamente, una gran carpa de una marca.
Así que, mientras no nos tomen por tontos con el "gratis" y no intenten vendernos un boquerón frito como si fuera un salmón de Alaska, ¡viva la jarra de cerveza en nuestra Almería! Pero, por favor, llamemos a las cosas por su nombre: la Gran Carpa Cervezera de X Marca.