Que lectura más inquietante el estudio que han publicado en Nature Geoscience y que han bautizado como "La groenlandificación de la Antártida". El nombre ya asusta, ¿verdad? Es como si te dijeran que la Alcazaba se está pareciendo cada vez más a una duna de Tabernas por culpa de la erosión acelerada.
Y es que, durante años, nos han vendido la idea de que la Antártida era el polo "duro", el más estable, a diferencia de Groenlandia y el Ártico, que ya estaban dando señales de alarma. Pues parece que esa tranquilidad se acabó. Los científicos del Instituto Danés de Meteorología (DMI) nos están avisando: la dinámica del hielo del sur está calcando la del norte.
Lo que antes era un problema lejano, ahora es un problema doble. El estudio señala que el patrón es idéntico y muy preocupante:
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Derretimiento más rápido.
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Colapso de las plataformas de hielo.
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Pérdida creciente de hielo hacia el mar.
La autora principal, Ruth Mottram, lo explica muy bien: el hielo marino está desapareciendo, las temperaturas suben, los flujos de hielo se aceleran y el agua de deshielo se cuela en las grietas de los glaciares. Esto último es clave, porque es como meter una cuña entre las rocas: hace que todo se deslice más rápido. El resultado es que el hielo se mueve hacia el mar con una rapidez que asusta.
Y aquí viene la parte que nos toca la fibra a todos, especialmente a quienes vivimos en la costa, viendo el Mediterráneo desde nuestra ventana. Mottram advierte que las masas de hielo del sur tienen un "potencial drástico en forma de aumento del nivel del mar para nosotros en el norte".
Es decir, que si la Antártida, que es gigantesca, empieza a imitar el ritmo de deshielo de Groenlandia, el nivel del mar podría subir mucho, y rápido. Para una ciudad como la nuestra, con kilómetros de costa y playas preciosas, esto no es ciencia ficción; es una amenaza directa a nuestro paisaje y a nuestra forma de vida.
Mis padres, que son muy de mar y recuerdan cuando el agua llegaba hasta la misma orilla en algunas zonas que hoy tienen paseos marítimos, seguro que lo ven con más preocupación aún. El cambio climático no es solo calor o sequía (que ya nos lo comemos en el sureste), también es que el océano se haga más grande a costa de los polos.
Tenemos que tomar nota de estos avisos. Si la Antártida se está "groenlandizando", significa que la emergencia climática está apretando el acelerador. ¡A ver si entre todos le pisamos el freno a tiempo!