El proyecto urbanístico que contempla la edificación de aproximadamente 1.600 viviendas en primera línea de playa en Palomares, pedanía de Cuevas del Almanzora en la provincia de Almería, ha provocado un llamamiento de alerta por parte de colectivos ecologistas ante el potencial riesgo de remover partículas radiactivas. La controversia surge a raíz de la reciente aprobación ambiental por parte de la Junta de Andalucía para este desarrollo, ubicado en las proximidades de la zona afectada por el accidente nuclear de 1966.
Ecologistas en Acción ha denunciado que la obra podría afectar a terrenos cercanos a las zonas aún valladas que conservan restos de plutonio y americio. El portavoz del colectivo, José Ignacio Domínguez, ha indicado que estas partículas no permanecen estables y se desplazan por el viento, el agua y la fauna. Domínguez ha señalado que la playa de Quitapellejos, adyacente al sector donde se prevé construir, fue utilizada para lavar vehículos contaminados durante meses tras el accidente, lo que, a su juicio, supuso el depósito de polvo radiactivo en la zona. El portavoz ecologista ha advertido de que los trabajos de cimentación "podrían volver a liberar ese material", alertando a la ciudadanía sobre el riesgo y recomendando el uso de "una mascarilla potente" en caso de inicio de las obras.
Frente a estas preocupaciones, la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha puntualizado que el proyecto urbanístico cuenta con un dictamen ambiental favorable emitido por la Delegación Territorial de Almería con fecha de 23 de octubre, siguiendo lo establecido en la Ley 7/2007, de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental. Actualmente, el expediente se encuentra en periodo de audiencia y presentación de alegaciones, permitiendo a cualquier persona o entidad interesada formular observaciones antes de la resolución definitiva.
La Consejería, dirigida por Catalina García, ha destacado que durante la tramitación de la Autorización Ambiental Unificada (AAU) se solicitó informe al Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismos del Gobierno de España competentes en materia de seguridad y protección radiológica. El CIEMAT concluyó el 10 de septiembre de 2024 que las áreas a urbanizar están "fuera del área declarada como contaminada y con restricciones de uso", y precisó que las parcelas con contaminación radiológica están clasificadas como suelo no urbanizable de especial protección por el Plan de Ordenación del Territorio del Levante Almeriense (POTALA).
Por su parte, el CSN, en su informe del 31 de octubre de 2024, no aprecia "impedimentos radiológicos" para llevar a cabo el proyecto. El organismo ha establecido como únicos requisitos la coordinación técnica con el CIEMAT, para asegurar que las obras de canalización y abastecimiento se mantengan dentro de zonas de libre uso y respeten los límites de las parcelas del centro, y la notificación previa del inicio de los trabajos, permitiendo al CIEMAT aplicar su programa de vigilancia radiológica ambiental.
La Autorización Ambiental Unificada, según la Junta, incluye un Plan de Vigilancia y Control Ambiental que obliga al promotor a notificar a la Delegación Territorial cualquier incidencia ambiental relevante y faculta a la Administración para realizar inspecciones y controles periódicos. Además, el propio CSN supervisará, junto al CIEMAT, las actuaciones que requieran un seguimiento específico en seguridad radiológica. En base a estos informes, la Delegación Territorial en Almería considera que "no existe riesgo radiológico" asociado al desarrollo, al ubicarse "fuera de las zonas afectadas por contaminación residual" y garantizarse la protección ambiental y la seguridad de las personas.
El proyecto urbanístico, identificado como el sector PA-4 de Palomares, actualmente solo cuenta con una estación de servicio y contempla la construcción de 936 viviendas en edificios de cuatro plantas y 664 unifamiliares, junto con un hotel, zonas verdes, espacios educativos y un paseo marítimo de 2,2 kilómetros entre la rambla del Jatico y la desembocadura del río Almanzora. Ecologistas en Acción, el Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) y otras agrupaciones ya preparan alegaciones en contra del proyecto.