La Plaza Profesor Antonio Galindo es, desde hoy, una realidad en la ciudad de Almería. El Ayuntamiento de la capital ha celebrado este jueves un acto institucional para inaugurar este espacio verde ubicado entre las calles Abogado de Oficio y carretera de Sierra Alhamilla, junto a la calle La Marina, en el barrio de Ciudad Jardín, que da nombre a “un almeriense ejemplar”. Así lo ha definido la alcaldesa, María del Mar Vázquez, que ha sido la encargada de presidir un acto que ha contado con la asistencia de familiares del homenajeado, amigos, Equipo de Gobierno y representantes de la sociedad almeriense.
La denominación de este espacio fue aprobada por unanimidad en el Pleno municipal celebrado en abril de 2024 como reconocimiento a la trayectoria profesional y humana de Antonio Galindo Cuenca, “una persona que cuenta con el Escudo de Oro de la Ciudad de Almería y cuyo espacio es desde hoy un tributo vivo a su legado, un lugar en el que las familias podrán pasear, donde los niños jugarán y crecerán y donde los almerienses nos reuniremos para compartir risas, sueños y esperanzas”, como ha trasladado Vázquez.
La alcaldesa ha asegurado que Antonio Galindo “no fue solo un profesor, sino que fue un almeriense ejemplar, un maestro en el más amplio sentido de la palabra”. “Entendió como pocos que la educación no consiste simplemente en repetir temarios, sino en abrir ventanas a la curiosidad, en sembrar en sus alumnos el ansia por saber más, por conocer más y por aprender siempre. Él creía firmemente que si no aprendía cada día, no podría enseñar. Y así lo hizo: desde la innovación, desde el aprendizaje propio, desde una visión inteligente y colaborativa de la enseñanza”, ha añadido.
En su intervención, Vázquez ha destacado que su labor trascendió de las aulas ya que “fue también un pionero en el uso de las nuevas tecnologías para sensibilizar a los más jóvenes sobre desafíos cruciales como la erradicación de la violencia de género o los peligros de las adicciones. Iniciativas como el concurso de cortos ‘Miradas Adolescentes’, incluido en el Festival Internacional de Cine de Almería, son testimonio de que la verdadera formación no solo es intelectual, sino también moral y ética”.
“Antonio creía que los buenos maestros no se limitaban a dar respuestas, sino que su verdadero papel es inspirar a los jóvenes a cuestionar, explorar y encontrar sus propias soluciones, formando de ese modo personas autónomas, capaces de pensar por sí mismas”, ha continuado la alcaldesa, quien ha concluido asegurando que para el Ayuntamiento de Almería “es un honor dedicarle una plaza tan transitada y que además va a ser la antesala de nuevas oportunidades para la ciudad con la finalización de las obras del soterramiento y la llevada de la Alta Velocidad”.
“Cuidemos entre todos de esta plaza para rendirle homenaje a su memoria y a todo el legado que nos ha dejado. Entre todos vamos a seguir construyendo la Almería que él empezó a levantar con su forma de ser y actuar”, ha finalizado.
Acercar el alumno a la sociedad
Por parte de la familia ha tomado la palabra María Dolores Durán, viuda del homenajeado, quien ha agradecido “el acto tan generoso” de toda la Corporación municipal del Ayuntamiento de Almería de dar el nombre de Profesor Antonio Galindo a esta plaza en el barrio de Ciudad Jardín.
“Es muy difícil separar la figura de Antonio Galindo, padre de familia y esposo, de la figura de profesor porque él era siempre una persona humilde, sencilla, bondadosa y sobre todo muy creativa”, ha trasladado. “Y esa forma de ser la tenía tanto en la faceta personal y familiar de la casa como en la faceta de la enseñanza”, ha añadido.
María Dolores Durán ha rememorado que desde que Antonio Galindo empezó en el año 1978, con 22 años, a trabajar como profesor de la Universidad en la asignatura de Bioquímica, de Genética y de Biofísica, y sobre todo también en el Colegio de la Salle, “su objetivo siempre era el mismo: la dinámica de acercar al alumno a la sociedad y que este no estuviera cerrado solamente en el aula, sino que conectara lo que estaba aprendiendo con la sociedad”. “Eso lo demostró cuando en el mismo año 1978 ya creó la Semana de la Ciencia que estuvo expuesta, con los alumnos trabajando, en el Patio de Luces de la Diputación”, ha recordado.
“Ahora no se concibe una enseñanza sin un aprendizaje cooperativo y de equipo. Sin embargo, en aquel momento eso estaba muy lejos para la mayoría o un tanto por ciento muy elevado de los docentes. Y él, sin embargo, practicaba toda la enseñanza en esa línea, la de conocer, de investigar y de acercar el alumno a la enseñanza con el mundo exterior”, ha explicado.
Para su esposa, “esa riqueza que transmitió a todos los alumnos, esa forma de aprendizaje, es lo que queda para la sociedad, para los alumnos que han estado contacto con él y los que se han enriquecido”, ha finalizado.
Tras el descubrimiento de la placa con el nombre de la plaza y la entrega a la familia por parte de la alcaldesa de una insignia, el acto institucional ha finalizado, como es tradición, con la interpretación de los himnos de Almería, Andalucía y España por parte de la Banda Municipal de Música de Almería.