Me preocupa que los políticos, y otros sectores sociales, estén detrás de una pancarta que, si la miraran de frente, vergüenza debería darles. Vimos a Errejón y Monedero detrás de aquellas que pedían defender a las mujeres, vemos a los sindicalistas que no han trabajado en su vida detrás de las que solicitan más trabajo, más derechos. Y qué se puede decir de los políticos cuando los vemos tras las mismas, denunciando lo que ellos han votado en parlamentos y gobiernos.
Hace unos días, tras la pancarta, cogidos a ella, vimos al presidente murciano a un representante del gobierno valenciano y a nuestro consejero de agricultura, el almeriense Ramón Fernández Pacheco. En la misma se podía leer: Sí a la agricultura, sí a la ganadería, sí al sector primario. Los tres gobiernos están desde hace algunos años en manos del Partido Popular. Es loable que los representantes de estos tres gobierno del Pp estén a favor de algo tan necesario como son los sectores mencionados. Y me gustaría pensar que lo mismo ocurre con la dirección nacional, sus representantes en congreso y senado. No pregunto por las restantes comunidades autónomas y su dirigentes, díscolos hay en todos los grupos sociales del mundo.
Lo sorprendente es que lo que estos tres gobiernos autónomos del Pp, o en su caso sus representantes, estén defendiendo algo que sus compañeros han venido votando en contra en Bruselas. Sí, en Bruselas, por mucho que ahora se escondan tras las pancarta. Los problemas que tiene la agricultura, la pesca y la ganadería vienen de las leyes y planes obligadas desde el parlamento europeo, donde el partido conservador tiene la mayoría, y vota junto a la izquierda contra todo aquello que según nos dicen ahora en la pancarta, están defendiendo. Si les decimos que con aquellas votaciones su partido estaba traicionando la causa que ahora, ustedes, dicen defender en la pancarta, estamos ante la mayor hipocresía política conocida. Total, y absoluta hipocresía. Les importa un pimiento la defensa de lo que sea, solo piensan en el beneficio momentáneo, el voto de hoy, la foto en la prensa, el quedar bien con un sector.
Mañana, de ese mañana ya hablaremos en otro momento. Son grandes defensores del plan verde, lo han dicho los jefes de la Junta de Sevilla y sus alrededores, con su presidente a la cabeza. Ese plan verde deja dañada la agricultura y la ganadería tal y como la hemos conocido a lo largo de los años, y la única solución que aporta es abandonar el campo, talar olivos. Comer grillos, cucarachas, lo mismo estamos ante un manjar, y carne sacada de los laboratorios de las multinacionales. Pero los caballeros que llevaban la pancarta decían defender a la agricultura, la ganadería y al sector primario. Suena a risa, a tomadura de pelo, a cachondeo, cuando los ves y los oyes con el pin en la solapa defendiendo una globalización que se ha querido imponer a la bravas por parte de los poderosos.
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