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Veterano sindicalista da lecciones a Pedro Sánchez

Por Rafael M. Martos
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domingo 14 de agosto de 2016, 11:44h

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La frase la suelta con una indignación total y mientras me mira a los ojos y da palmetazo sonoro sobre la mesa en la que tres cafés solos bajan su temperatura con hielo. “Pedro nos ha dejao tiraos” repite el veterano exdirigente de la UGT e igualmente veterano militante socialista de Madrid. Es uno de tantos castellanos que se vienen a las costas andaluzas a pasar unos días, y que eligen Almería por sus precios -entre los más bajos- y la naturaleza de sus playas.

Nos vemos en Carboneras, en un chiringuito a pie de arena, y el amigo común es quien introduce la cuestión política en la conversación de un modo muy sutil, diciendo que igual Pedro Sánchez aparece en cualquier momento por allí, que no estamos lejos de Mojácar... y lo deja ahí, en suspensivos.

Es cuando el sindicalista se altera y suelta lo de “Pedro nos ha dejao tiraos” llamando la atención al resto de la clientela, que nos mira pensando si habremos bebido más de lo debido, cuando por solidaridad con el jubilado ugetista, que está delicado de salud, ninguno hemos probado algo distinto al agua.

El militante socialista, curtido en negociaciones, deja en evidencia la “absurda” postura de Sánchez y su equipo de mantener un no tajante e irreductible a la investidura de Mariano Rajoy. Explica que en cualquier negociación debes dejar siempre una puerta de salida abierta por si acaso, y que lo que ha hecho el líder del PSOE es mantenerla cerrada y luego tapiarla.

Le pido que me lo explique un poco mejor, y coge carrerilla, se nota que le gusta ser escuchado, como pasa con aquellos acostumbrados al megáfono. “El PSOE no puede nunca votar a Rajoy, porque Rajoy representa todo aquello contra lo que estamos, pero cuando ya se han producido las elecciones y ves los número de cada uno, tienes que establecer una nueva estrategia... Nadie te puede criticar que cuando ya tienes el resultado electoral, modifiques tu estrategia, no puedes enrocarte en ella por que entonces te quedas fuera de juego”.

Sus años de lucha sindical le han enseñado mucho. Dice que Ciudadanos ha tomado un protagonismo que hubiese correspondido al PSOE, y lo achaca precisamente a ese inmovilismo socialista, metiendo en el mismo saco a Podemos. “Fíjate, nosotros -el PSOE- estamos desaparecidos de las noticias, como Podemos, porque los dos hemos dejado claro que nuestro voto será siempre no, por tanto, nada hay que negociar con nosotros, pero como tampoco Pedro sale y ofrece una alternativa para que se especule con ella, estamos al margen de todo el lío”.

Creo entenderle que en su opinión ha llegado un momento en que Pedro Sánchez haría un espantoso ridículo si cambia de postura, y me responde “exacto, hemos perdido nuestra oportunidad de ser flexibles, de ser alguien en la negociación”. Esa flexibilidad, reitera, debió llegar en el momento justo, que no era otro que la noche electoral: “con lo que había sólo tienes dos opciones, o facilitas el gobierno del PP, o te presentas como alternativa haciendo un llamamiento a los que tú crees que van a estar contigo, pero Pedro no hizo ninguna de las dos cosas, y nos dejó tirados... No se puede decir que quieres estar en la oposición y luego bloquear que haya gobierno, solo puede haber oposición si hay gobierno” y para acabar suelta un “¡coño!” con palmetada en la mesa que vuelve a hacer girar la mirada de los clientes hacia nosotros.

“¿Y entonces?” le pregunto. Y me contesta “pues nada. Ya es tarde para todo. Pedro no podía hacerlo peor. Si ahora se aviene a abstenerse, dejará tirados a todos los que públicamente han ido repitiendo su mantra de que ‘no es no’, si intenta liderar una alternariva con Podemos y los ‘separatistas’ y lo consigue será el fin del PSOE y si quieres te lo cuento otro día, si lo intenta y no lo logra, será otro fracaso como el de las anteriores generales con el pacto con Ciudadanos, y por si fuera poco, la gente está harta de elecciones y de politicos, y él será el culpable de que haya otros nuevos comicios... Que se ha cubierto de gloria, Rafael...”

Ni que decir tiene, que una reflexión como esta, y viniendo de quién viene, merecía que yo pagara los cafés, pero el sindicalista se me adelanta “que estoy jubilao... y Rajoy no tiene pantalones de quitarme la pensión” me suelta riendo mientras me para la mano con la que depositaba el dinero.

Antes de despedirnos le pregunto que, en su opinión, qué debía pasar. Reitera que ya es tarde para una salida airosa del PSOE “decidan lo que decidan hacer”, y cree que “Mariano tiene que gobernar, nosotros abstenernos pero poniéndoles condiciones sociales, y pasar a los cuarteles de invierno a coger fuerzas para conquistar La Moncloa... Porque no puedes luchar mientras te desangras vivo...”

Le pregunto por qué no se dedica al coaching, y su respuesta vuelve a ser la del viejo sindicalista: “¡como sois los liberales! ¡queréis a la gente trabajando hasta el último día! ¡que me he jubilao, que ahora me toca disfrutar de mi pensión, que han sido muchos años peleando en despachos y en la calle para que todos tengamos derecho a una vejez tranquila y sin faltas”.

Cuando nos despedimos me da la mano. Es dura, recia, curtida. Está claro que ha pisado mucha moqueta, pero que nunca ha olvidado quién es, dónde está, y para qué.

Rafael M. Martos

Editor de Noticias de Almería

Periodista. Autor de "No les va a gustar", "Palomares en los papeles secretos EEUU", "Bandera de la infamia", "Más allá del cementerio azul", "Covid19: Diario del confinamiento" y "Por Andalucía Libre: La postverdad construida sobre la lucha por la autonomía andaluza". Y también de las novelas "Todo por la patria", "Una bala en el faro" y "El río que mueve Andorra"