La ciudad de Almería tiene pendiente desde hace años la elaboración de un plan estratégico que defina las grandes líneas de su futuro y de su desarrollo socieconómico. El Partido Popular, que lleva en el gobierno de la capital desde 2003, no ha sido capaz de abordar un asunto de tanto calado hasta que, presionado por las exigencias del PSOE, se ha visto obligado a dar el paso. Y esa falta de capacidad demostrada a la hora de hacer un planteamiento global sobre la ciudad a la que los almerienses aspiramos es la misma que se viene sufriendo en el día a día de los barrios que la conforman.
Pensar en lo grande tiene que ir acompañado del cuidado de lo pequeño. Sobre todo como cuando, en este caso, eso es lo que consigue hacer nuestra vida diaria más fácil o lo que la puede llegar a enturbiar hasta la exasperación. Todos necesitamos para sentirnos más cómodos y felices de entornos cuidados, de limpieza, de jardines en los que guste pasear o de un adecuado mantenimiento de calles y vías de circulación. Pero, lamentablemente, el PP no está a la altura de lo que se tiene el derecho de recibir. Nos lo repiten los vecinos, una y otra vez, en las visitas que realizamos periódicamente desde el Grupo Socialista a los barrios para, a partir del conocimiento directo de sus problemas, llevar su voz al Ayuntamiento.
Como alternativa de gobierno que somos al PP, y fruto de ese trabajo, estamos impulsando numerosas iniciativas con una incidencia directa en los barrios. La petición al Gobierno de España de la cesión de uso de los inmuebles y jardines del Observatorio Geofísico para uso y disfrute de los almerienses, algo que repercutiría especialmente en zonas densamente pobladas como Los Ángeles, San Félix o Cruz de Caravaca, ha sido una de las últimas que elevamos al pleno. Otra fue la remodelación durante este mismo año del puente de la Avenida del Mar, que une Pescadería con La Chanca, y esta zona con el centro de Almería, al considerar que se trata de una intervención que no puede dilatarse más en el tiempo.
Junto con actuaciones singulares de ese tipo, tampoco obviamos lo básico cada vez que registramos peticiones de mejora de asfaltado o de aceras, o reclamaciones para conseguir más limpieza, equipamientos o seguridad para cada uno de los núcleos de Almería, con casos recientes en El Zapillo, Nueva Andalucía, Los Molinos, Torrecárdenas o Loma Cabrera. Porque si algo tenemos claro en el PSOE es que son muchos los barrios de Almería, entre ellos los mencionados, que requieren de planes integrales por parte del Ayuntamiento, más allá del anunciado por el PP solamente para uno céntrico.
Especial mención merece también la manera de actuar del alcalde y sus concejales con respecto a determinados núcleos a los que, directamente, ha borrado del mapa de sus actuaciones. Para descargarse de sus responsabilidades, el colmo es que se compinche con los parlamentarios del PP andaluz para tratar de arremeter en esos casos contra la Junta de Andalucía. ¿Acaso alguien se puede creer que una administración que no sea la local puede acabar con el abandono extremo en Pescadería-La Chanca, El Puche o Los Almendros? El Gobierno andaluz está ahí para ayudar en materia de vivienda y políticas sociales, pero de la dignificación de estos espacios no puede escaquearse el que tiene la responsabilidad, que no es otro que el Ayuntamiento. Lo demás evidencia una práctica de cinismo político que resulta inaceptable.