La diputada del PP Ana Vázquez Blanco arremetió en el Congreso contra lo que calificó como "abandono sistemático" de la seguridad en las zonas rurales de Almería, con especial énfasis en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Según sus datos, para 1.400 kilómetros cuadrados de este espacio protegido únicamente cuenta con un guardia civil y un cabo del SEPRONA para vigilar su vasto territorio. "Es bienestar social también el vivir seguros. Por eso reivindicamos una mayor seguridad y que se nos abran los cuarteles que han cerrado", declaró la parlamentaria, quien cargó contra el Gobierno por la "ejecución deficiente" de los presupuestos destinados a la Benemérita.
Vázquez Blanco desgranó cifras contundentes: solo 314 de los 2.370 cuarteles de la Guardia Civil en España operan las 24 horas —un 13%—, mientras el 30% restante están en estado "inhabitable". En Almería, denunció, la situación se agrava por el cierre progresivo de puestos auxiliares, una medida que, según una disposición transitoria publicada el 2 de enero de 2024, se completará en cinco años. "Aquí tienen el listado de los que se van cerrando. No nos van a engañar con palabras: los cuarteles se caen a pedazos", afirmó, mostrando documentos que vinculan la falta de inversión con el deterioro de las instalaciones.
La diputada citó ejemplos concretos de la provincia: Garrucha y el Cabo de Gata comparten una ratio de un guardia civil y un cabo del SEPRONA para más de 1.400 km², una cifra similar a la de Ribadeo (Lugo), donde 760 km² dependen de dos agentes. "Esto es desmantelamiento total y absoluto. ¿Cómo se combate el expolio de recursos o los incendios así?", cuestionó. A nivel nacional, el SEPRONA acumula 1.000 plazas sin cubrir, mientras el SEPROSE (Servicio de Protección Socioeconómica) pasó de 930 vacantes en 2023 a 1.633 en 2024.
Los datos presupuestarios aportados por Vázquez Blanco añaden más leña al fuego: en 2023, de 702 millones de euros asignados a inversiones, solo se ejecutaron 378 millones, y en 2024, de 614 millones previstos, apenas se han gastado 372. "Mientras, crean unidades fantasmas: un guardia civil aparece asignado en Bande y Carballiño a la vez, como el milagro de los panes y los peces. Aquí los agentes están en dos, tres o hasta cuatro destinos", denunció, respaldando sus afirmaciones con informes de asociaciones de la Guardia Civil.
El absentismo, según la parlamentaria, agrava la crisis: 21.237 agentes no trabajan diariamente de media —sobre un total de 77.427—, y el 31 de enero de 2024, más de 3.000 estaban de baja. "En Galicia faltan 1.000 agentes al día. ¿Cómo cubren los huecos? Con milagros, no con realidades", insistió.
Ante este escenario, Vázquez Blanco exigió al Gobierno abrir los cuarteles cerrados, incentivar económicamente a los agentes en zonas rurales, cubrir las vacantes del SEPRONA y equiparar salarios. "No somos ciudadanos de segunda. La seguridad no puede depender de multiplicar guardias civiles como en los evangelios", concluyó, mientras en el Cabo de Gata, ese único agente sigue siendo testigo mudo de una batalla que Almería libra frente al despoblamiento y el olvido.