La Universidad de Almería ha reafirmado su compromiso con la inclusión al unirse, un año más, a la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Este evento se llevó a cabo con la lectura de un manifiesto que fue presentado por estudiantes, así como por la vicerrectora de Igualdad e Inclusión, Maribel Ramírez, y la directora del Secretariado de Inclusión, Helena Martínez.
En este contexto, la UAL se adhiere al mensaje del Movimiento Social de la Discapacidad, que aboga por una Europa centrada en las personas. Esta visión busca establecer una Europa donde prevalezcan los derechos humanos, la inclusión y la justicia social. La celebración de 2026, que marcará cuatro décadas de pertenencia de España a la Unión Europea, añade relevancia a esta reivindicación.
Compromiso con marcos internacionales
La misión de la universidad en el ámbito de la inclusión está alineada con diversos marcos internacionales y nacionales. La Agenda 2030, junto con las directrices de Educación 2030 y la Estrategia Europea sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, son fuentes de inspiración para el compromiso de la UAL hacia una educación accesible y equitativa que reduzca desigualdades. Además, se incorporan los principios del Programa Iberoamericano de Discapacidad, que promueve el acceso educativo y los derechos laborales para las personas con discapacidad.
Particularmente relevante es el cumplimiento con los mandatos establecidos por la Ley Orgánica 2/2023 del Sistema Universitario (LOSU), que asigna a las universidades la responsabilidad ineludible de asegurar accesibilidad y oportunidades equitativas para toda su comunidad.
Reclamaciones clave
Desde la Universidad de Almería se ha hecho un llamado claro por una defensa robusta de los derechos humanos. Se busca consolidar los avances alcanzados e impulsar una acción política coherente que integre plenamente la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en todas las normativas europeas. Entre las exigencias destaca garantizar universalmente el acceso eliminando barreras físicas y digitales, así como promover un diseño universal en todas las políticas del mercado único.
Además, se requiere un firme compromiso con la Agenda 2030 para situar la educación inclusiva como motor fundamental hacia sociedades más justas y cohesionadas. La UAL también aboga por una Estrategia Europea de Empleo Inclusivo que asegure condiciones laborales dignas y reconozca a las entidades sociales como actores esenciales en este proceso.
Transformación digital y apoyo académico
La universidad enfatiza la necesidad de crear entornos educativos accesibles y respetuosos con la diversidad mediante un profundo compromiso hacia la inclusión. Esto implica actualizar normativas, asegurar financiamiento adecuado e innovar en metodologías docentes que sean accesibles y justas. Asimismo, es crucial reducir la brecha digital mediante una transformación digital accesible que garantice tecnologías alineadas con el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA).
El cumplimiento efectivo de la LOSU es esencial para garantizar medidas adecuadas que apoyen el éxito académico del estudiantado con discapacidad. También se subraya la importancia del acceso real a programas formativos adaptados para personas con discapacidad intelectual y se propone formación continua para el profesorado en temas relacionados con inclusión y accesibilidad.
Participación plena en el entorno universitario
Es vital asegurar una participación activa en todos los aspectos de vida universitaria, lo cual incluye fomentar una representación adecuada del personal docente e investigador que incluya a personas con discapacidad. Se deben implementar medidas específicas para facilitar esta inclusión y promover investigaciones sobre prácticas inclusivas que beneficien a egresados con discapacidad.
Conclusión
En resumen, desde su posición, la Universidad de Almería clama por una Europa social fuerte y una educación universitaria inclusiva. La diversidad humana debe ser reconocida como parte integral del tejido social; así, tanto universidades como instituciones europeas comparten un compromiso fundamental: garantizar un futuro donde nadie quede atrás. A través de acciones coordinadas y decididas será posible construir una sociedad democrática donde cada individuo tenga voz y participación plena.
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