Como cada 28 de Junio, el Partido Andalucista se une a la conmemoración del Día del Orgullo LGTBI. Un día de alegría, de rabia y de recuerdo. Alegría por celebrar las conquistas que el movimiento LGTBI ha conseguido en los últimos años sin rendirse en su firme lucha por la igualdad y la diversidad. Rabia, para rebelarnos ante una realidad que se sigue invisibilizando, rechazando y oprimiendo, y para salvaguardar los derechos que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir y que hoy corren serio peligro. Y Recuerdo, para no olvidar de donde viene esta lucha, para recordar el compromiso de varias generaciones de activistas LGTBI que desde Stonewall han arriesgado sus vidas por conquistar más igualdad y más libertad.
Por eso hoy es un día importante de celebración para todos y todas, y especialmente para la comunidad LGTBI, ya que hasta no hace mucho, y aún se hace en muchos países como Uganda que acaba de ser designada para la presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas pese a su persecución del movimiento LGBTI, se consideraba a las lesbianas, los gays y las y los bisexuales enfermos mentales. Pero también un día de denuncia, porque debemos denunciar con contundencia la terrible discriminación de la que son objeto las mujeres y hombres transexuales, siendo los y las más maltratadas tanto en el ámbito educativo, laboral y sanitario.
La lucha y la reivindicación constante son, sin duda, el camino. Avanzando siempre y no dando ni un solo paso atrás. Porque aún queda mucho por conseguir y porque desde muy diversas instancias se está haciendo todo lo posible para que estas personas sigan viviendo recluidos en la oscuridad que llamamos armarios. Aún hoy, nos encontramos con 80 países donde es ilegal ser lesbiana, gay, bisexual intersexual o transexual, e incluso en 10 se castiga con pena de muerte. Juventudes Andalucistas quiere en este día recordar a las víctimas que ha habido, y sigue habiendo en todo el mundo como consecuencia de la discriminación sexual. También, para comprometernos como organización política juvenil a apostar por la educación desde la infancia, en valores como la tolerancia y el respeto, haciendo ver a toda la sociedad que la condición sexual no es motivo de diferenciación ni rechazo.
En este sentido, consideramos imprescindible que la homofóbia, la lesbofóbia, la transfóbia, la bifóbia y la interfóbia sean legalmente equiparadas con el racismo, la xenofobia y el machismo, de modo que no resulte “gratuito” proferir insultos tanto en el terreno mediático como el social o incluso el político.
Los y las andalucistas queremos denunciar el acoso homofóbico y transfóbico que se produce en las escuelas, y que son causa de uno de cada tres intentos de suicidios en jóvenes y adolescentes, por lo que exigimos que se preste mayor atención a los y las jóvenes que sufren rechazo.
Apostamos por una educación que proteja la diversidad sexual y que impida la violencia o discriminación hacía los y las jóvenes gays, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales, e impulse con mayor ahínco, las medidas necesarias para hacer de los centros educativos un espacio seguro para la diversidad.
Son, por consiguiente, muchos los motivos por los que seguir luchando con nuestras mejores armas: el respeto, la educación y la razón, para conseguir que en los próximos años el mundo sea mejor para todas y todos los que creemos en la igualdad.