El olfato de Rajoy
miércoles 29 de octubre de 2014, 07:54h
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Alguien que estuvo sentado a la misma mesa que el presidente Rajoy en su visita a Almería, me comentaba que está convencido de que las mejoras que se están produciendo en la economía española, y el hecho de que se están acercando a la ciudadanía aunque sea de modo lento, van a ser la clave de la próxima victoria del Partido Popular.
Lo que no llegué a preguntarle a mi interlocutor es si don Mariano luego sacó un pañuelo del bolsillo y se sonó la nariz pidiendo disculpas por tener un gripazo encima que le mantenía obstrídas las fosas nasales.
Y es que hace falta tener poco olfato para no percibir que el nauseabundo olor de la corrupción puede llevarse por delante al Partido Popular, pero no ya por el pasado si no por la escasa contundencia del presente.
En Andalucía, la corrupción no se ha cargado electoralmente al PSOE porque mantiene un control férreo sobre los medios de comunicación con mayor difusión, y por que después de más de tres décadas en el Gobierno tiene infiltrados todos los ámbitos de poder, como corresponde a un régimen. Pero España es distinto, hay muchos más medios, con intereses más contrapuestos, con fines diversos, y tres años en el Gobierno no dan para controlar más allá de una mínima parte de sus propios medios públicos.
El hecho es que si como dicen los malvados, el Gobierno es el responsable de las decisiones de los fiscales por ser quien pone y quita al Fiscal General del Estado, y si el Gobierno es quien dirige los pasos de Guardia Civil y Policía Nacional, hay que ser muy torpe para no evidenciar ante la ciudadanía que si todos estos casos de corrupción están saliendo es mérito de quien gobierna. Incluso en caso contrario, si no es el Gobierno quien controla a la Fiscalía o a la Guardia Civil y Policía Nacional, esto ya de por sí sería motivo para presumir.
Otra persona del PP que conoce personalmente a Rajoy, medio en serio y medio en broma, me comentaba hablando del asunto catalán, que el presidente tiene dos montones de papeles, uno para los asuntos que resolverá el tiempo, y otro para los que ya ha resuelto el tiempo, y que ese “papel” ya lo había cambiado de sitio. El caso es que si eso lo aplicamos a la corrupción, Rajoy está aún a la expectativa, mirando la mesa, pero sin percatarse que por detrás llega otro que le va a robar la merienda.
El presidente parece no enterarse de que es difícilmente digerible que quienes tienen sueldos millonarios (Blesa, Rato...) con cargo al erario público (impositores o rescate) por ser amigos de quienes mandan (Aznar, Aguirre...), quienes además tienen pagados todo tipo de gastos como coches, teléfonos y demás, quienes también tienen tarjetas de empresa (financiadas o refinanciadas con dinero público), y además usan tarjetas opacas al fisco... esa gente siga paseando por la calle mientras hay preferentistas timados sin cobrar, la cuarta parte de la población en paro, miles de hogares con todos sus miembros sin trabajo, trabajadores incluso en la administración pública que no llegan a final de mes... esto, señor presidente, nos hace especialmente sensibles, y no hace falta que se trata de corrupción, los simples abusos nos ponen irascibles. Cabreaos, vamos.
Editor de Noticias de Almería
Periodista.
Autor de "No les va a gustar", "Palomares en los papeles secretos EEUU", "Bandera de la infamia", "Más allá del cementerio azul", "Covid19: Diario del confinamiento" y "Por Andalucía Libre: La postverdad construida sobre la lucha por la autonomía andaluza".
Y también de las novelas "Todo por la patria", "Una bala en el faro" y "El río que mueve Andorra"
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directornoticiasdealmeriacom/8/8/26
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