Queda poco para el 9 de julio y deberíamos tenerlo presente, porque ese día va a ser crucial en nuestro presente. En primer lugar el presidente de los Estados Unidos de América anunciará los aranceles para Europa (incluida España) y en segundo lugar el presidente del Gobierno Español anunciará algo en el Congreso de los Diputados.
El primero amenaza con aranceles desorbitados para el aceite, el vino y productos hortofrutícolas y el segundo, escondido entre el feminismo y la igualdad, amenazará con lo de siempre: alguna decisión en la que pierde Andalucía.
No sé por qué pero desde el inicio de este régimen partitocrático en el que vivimos, los avatares de nuestro país han estado ligados a los EE.UU. para, al final, salir perdiendo la misma.
El partido político que gobierna actualmente ha conseguido el poder en tres ocasiones y en las tres ha sido siempre después de unos sucesos traumáticos. Recordemos...
La primera ocasión fue tras el intento de golpe de Estado de Tejero. Elecciones y mayoría absoluta para el PSOE. La segunda ocasión fue tras los sanguinarios atentados de Atocha. Elecciones y gobierno de Rodríguez Zapatero. La tercera ocasión fue tras la crisis producida por la corrupción en la otra parte del bipartidismo. Moción de censura y el sanchismo al poder.
Y en las tres ocasiones los gobernantes españoles se han complicado la vida enfrentándose a la todopoderosa potencia USA. Con González, que si OTAN sí OTAN no y si quitan o no quitan las bases. Solución: quitan todas las bases menos las andaluzas. Con Zapatero, que si nos vamos sin avisar de Irak y que si no se levanta al pasar la bandera norteamericana. Solución: aranceles a los productos andaluces. Con Sánchez, que si el 5% no y el 2,1% sí. ¿Qué más le daba un tanto por ciento u otro si esa cuota no la va a cumplir nadie? Y al final va el tontorrón y firma el 5%. ¿A quién iba dirigido el farol de escaparate? Solución: más aranceles a los productos andaluces.
¿Qué tiene el imperio para que los dirigentes socialistas siempre estén tocándole las gónadas masculinas a sus gobernantes?
La cosa está cruda. Y no se encuentran los dos en las mismas condiciones, el Trump tiene bien asentada su mayoría y el Sánchez solo piensa en el Carpe Diem: a vivir el día de hoy que mañana no sé lo que va a pasar.
El redentor de la corrupción se ha encontrado con un marrón que no para de crecer. Parece tomar soluciones que nunca explica y nadie entiende. Pero se agarra al poder como un koala a su árbol. Ese es su único proyecto político: poder y más poder. El gran dirigente se agacha hasta el extremo de pedir perdón, pero ni cuestión de confianza, ni dimisión, ni comicios legislativos que son la verdadera toma del pulso a la ciudadanía.
¿Cuándo se van a convocar elecciones? Yo sé la respuesta, cuando salgan las condenas que tiene pendientes el PP en los juicios sobre corrupción de hace siete años y cuando Tezanos le diga: ¡ahora! Ni un día antes ni un día después.
Antes de terminar, un comentario. El gasto en defensa (el famoso 5%) tiene dividida a la ciudadanía, unos están de acuerdo y otros opinan que mejor gastarlo en educación y sanidad. Muy bueno y muy progresista, lo malo es que después (desde tito Berni hasta Ávalos) se lo gastan en cosas más prosaicas.
De todas formas, no estaría de más invertir algún dinerillo en defensa. Por ejemplo, en un sistema defensivo antimisiles y antidrones para colocarlo en toda la costa andaluza (desde Ayamonte hasta Almería) mirando hacia abajo. No es por nada, pero más vale prevenir que lamentar.