A riesgo de ponerme la escayola antes de que me rompan el brazo, debo confesar que las declaraciones previas al XVII Congreso del Partido Popular de Andalucía (PP-A), que arranca hoy en Sevilla, me han provocado una mezcla de asombro y perplejidad.
La primera sorpresa vino de la mano de Antonio Repullo Milla, el Secretario General del PP-A y diputado en el Parlamento de Andalucía. En un medio de comunicación, Repullo afirmó que este cónclave, que ratificará a Juanma Moreno Bonilla como presidente y futuro candidato a la reelección al frente de la Junta de Andalucía, sería una mezcla de... y cito textualmente: "El Hormiguero" y "La Resistencia" (Broncano).
¿En serio? ¿De verdad que para el principal partido de la Comunidad Autónoma, el que ostenta la mayoría absoluta en el Gobierno andaluz, un Congreso Político es una mezcla de un talk show familiar con tintes científicos y un programa de humor ácido y nocturno? Sinceramente, me parece una expresión profundamente desafortunada. Un congreso es el máximo órgano de un partido, el lugar donde se debaten ponencias, se define la hoja de ruta económica, social, cultural y política de una formación que aspira a gestionar una Comunidad de más de ocho millones de habitantes.
Esperemos que no sea esa la premisa con la que el PP-A afronte el futuro de Andalucía, porque la rigurosidad en la gestión de una autonomía no debería buscar parecerse al entretenimiento de máxima audiencia. La política de altos vuelos exige más peso que una hormiga robotizada o las preguntas incómodas del late night.
Si la expresión del señor Repullo ha sido un desliz, bien podría sumarse a otro desliz —o, al menos, a una curiosa prioridad discursiva—, la de Ramón Fernández-Pacheco Monterreal, actual Consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía y, no menos importante, Secretario General del Partido Popular de nuestra provincia, Almería.
Al ser preguntado por los medios sobre el Congreso de Sevilla, la primera afirmación que esgrimió Fernández-Pacheco fue que se trata de un Congreso de "unidad".
Y al escucharle, automáticamente me vino a la cabeza la famosa frase en latín: “Excusatio non petita, accusatio manifesta” (Excusa no pedida, acusación manifiesta). Si la unidad es lo primero que le viene a la cabeza, ¿es que acaso alguien en la provincia o la Comunidad Autónoma piensa lo contrario? ¿Es que hay ruido de sables interno o alguna brecha que necesita ser cubierta con un titular?
Me pregunto por qué, en lugar de destacar la unidad, el comentario principal del Consejero y líder provincial no se ha centrado en asuntos que de verdad preocupan almeriense y al andaluz de a pie:
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¿Las propuestas económicas del PP-A para afianzar el liderazgo andaluz frente al Estado?
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¿Las inversiones hídricas y la gestión de la sequía, un asunto vital para nuestra provincia, que él gestiona directamente?
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¿Las propuestas sociales en sanidad y educación, que siempre están bajo la lupa de los ciudadanos?
En definitiva, ¿por qué no hablar de la política, que es lo que se supone que convoca un congreso?
Sevilla acoge este fin de semana el XVII Congreso del PP-A, donde Juanma Moreno será reelegido como presidente del partido. Espero, por el bien de Andalucía, que más allá de la unidad o del intento de parecer un show televisivo, lo que se debata y apruebe en el Palacio de Exposiciones y Congresos (FIBES) sean propuestas sólidas y rigurosas. Propuestas que nos devuelvan a la política seria y al debate de los problemas de una provincia, Almería, y una Comunidad Autónoma que requieren de rigor, no de chascarrillos ni de la constante autoafirmación de aquello que se presupone.