Andalucía pasa la llamada “nueva normalidad” tras salir del Estado de Alarma por el COVID19, una pandemia que en Almería ha tenido –está teniendo- una incidencia muy baja, pero eso no ha evitado que el delegado de Salud de la Junta de Andalucía, Juan de la Cruz Belmonte, reconozca que le ha costado “noches sin dormir” pero que “me van los retos” y que como es sanitario, entendía que “como le digo a todo el mundo, estoy en el sitio apropiado en el momento apropiado”. Se queda con lo bueno de todo esto, que ha sido “conocer un grupo humano de colaboradores por parte de la delegación impresionante, y también la posibilidad de aprender mucho, aprender mucho de muchísima gente, que me ha ayudado en todo este proceso y sobre todo de la grandísima profesionalidad de los de los sanitarios que han estado al pie del cañón”.
A pesar de que la agricultura es el principal sector económico de Almería, y que no ha parado la producción, la provincia ha tenido una escasa incidencia de contagios. De la Cruz lo relaciona con que “en la época que empezaba tuvimos reuniones con Coexphal y con todos las empresas agroalimentarias, y estuvimos en coordinación con ellas para ayudarle a tomar las medidas necesarias de prevención para que seguirán trabajando e intentar que no se produjera ningún tipo de contagio; creo que lo logramos, pero en esa parte muy importante lo que te he dicho antes, el gran trabajo que se ha hecho desde la Delegación Provincial, todo el equipo de Epidemiología y de Control de Enfermedades, formando e informando, poniéndonos a disposición de todos los empresarios de la agricultura almeriense para que cualquier duda que tuvieran, que la preguntaran, y entre esa simbiosis de el buen hacer de la agricultura almeriense, de preocuparse por implementar las medidas de seguridad, junto con la colaboración de la Delegación creo que sea de esa forma se ha logrado que podamos controlar las posibles infecciones que se podían haber producido en nuestra provincia, y de esa forma poder seguir siendo la despensa de Europa”.
El delegado aclara una de las principales polémicas de todos estos meses desde el punto de vista político, y es el la gestión del “mando único” establecido mediante el Decreto de Estado de Alarma. Hay que recordar que el Ministerio de Sanidad que tomó el control, luego ha ido asegurando, tras las críticas a su gestión, que en realidad las autonomías tenía autoridad para tomar decisiones, pero el delegado recuerda que “todas las decisiones sanitarias estaban centradas en el Ministerio, y había total coordinación por parte de la Comunidad Autónoma de Andalucía con el Ministerio”. Ese control solo se “relajó un poco” en el tema de las residencias de ancianos “que se permitió un poco más a la Comunidad Autónoma de Andalucía que pudiera determinar sus propios mecanismos de control, en todo lo demás fue el Ministerio”. Se da la circunstancia que en algo que Almería puede destacar también es en la buena gestión realizada en ellas, donde los contagios han sido escasos, como también los fallecimientos.
Pero esa coordinación donde evidentemente ha fallado es en el registro de contagiados y fallecidos, datos que el Ministerio ha cambiado más de media docena de veces en cuando a la sistemática, y luego ha acabado dejándolos congelados, y luego retomándolos con cifras que no cuadraban. El delegado dice que “realmente no lo entiendo” porque “realmente es la Comunidad Autónoma quien determina que se ha muerto por una causa y directamente el Ministerio no lo recoge”, e insiste, “no lo entiendo”.
En ese sentido afirma que “lo único que puedo decir es que en Almería hay 54 personas fallecidas por el COVID19 [el sábado se informó de que eran 53] y que desde hace 15 días no tenemos ningún fallecimiento”.
Haciendo balance la incidencia, el delegado recuerda que al principio el foco se centró en el Levante “por un autobús que llegó de Benidorm”, luego se trasladó al Poniente “aunque estuvo muy bien controlado” y se trató de otro autobús llegado de fuera, y al final ha sido el distrito Almería, lo que achaca “a la enorme densidad de población”.
Respecto a la situación de los sanitarios, el delegado destaca que se han contagiado el 2,9% de los mismos en Almería, y que “nunca faltó material EPI” aunque “había mucha incertidumbre” especialmente por la distribución de las llamadas “mascarillas fake”, que no protegían a los niveles que debían. Pero han aprendido de lo ocurrido y “estamos creando un stock de seguridad de más de seis meses por si hay un rebrote”.
Especial preocupación tiene el delegado con la Operación Paso del Estrecho por el volumen tan elevado de personas que transitan en poco espacio y en pocos días, y está convencido de la necesidad de “establecer un control sobre la inmigración como se ha hecho con los turistas”.
En relación a los inmigrantes irregulares, los que son rescatados de las pateras, el delegado asegura que es responsabilidad del Ministerio del Interior, así como de las ONG que tienen encargada la atención correspondiente. Respecto protocolo a seguir con ellos “es como con cualquier otra persona” y así, aquel que presenta síntomas es objeto de pruebas, y si es positivo, se le aisla.
De la Cruz destaca que en Almería, el 2,4% de las personas llegadas de modo irregular estaban contagiadas, lo que es un cifra mucho menor al conjunto andaluz, que es del 4%, e inferior a la media estatal, que está en el 5%.
El delegado sí cree que “hemos aprendido” de lo vivido, como lo demuestra el hacer dos circuitos en los centros sanitarios, uno para pacientes sospechosos de COVID19, y otro para el resto.
Pero frente a lo aprendido desde el punto de vista sanitario, está lo político, y ahí el delegado quiere reclamar que “no se juegue con la salud”, y pone de ejemplo a Portugal, con un gobierno ideológicamente en la misma órbita que el español “ha actuado de una manera ejemplar”.
De la Cruz concluye con el mensaje más reiterado –y no por ello menos relevante- de que “esto no ha acabado”. La prevención es fundamental para dejar atrás el virus.