El Papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio, ha fallecido esta mañana a las 07:35 horas en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, a los 88 años. Según el comunicado oficial emitido por la Santa Sede, la causa de su muerte fue un ictus cerebral que derivó en un coma y un colapso cardiocirculatorio irreversible. La noticia, confirmada por el cardenal Kevin Farrell, camarlengo de la Iglesia, ha generado una oleada de conmoción global y ha dominado los titulares de la prensa española, que despide a un Papa recordado por su humildad, su compromiso social y su impulso reformador. Un pontificado que marcó una era Primer Papa jesuita y latinoamericano, Francisco asumió el pontificado en 2013 tras la histórica renuncia de Benedicto XVI. Durante sus 12 años al frente de la Iglesia Católica, promovió una visión de una Iglesia más inclusiva, cercana a los marginados y comprometida con los desafíos del siglo XXI. Su legado incluye avances en la lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia, la defensa de los migrantes, la protección del medioambiente y un acercamiento a comunidades tradicionalmente alejadas de la doctrina católica, como los divorciados o las personas LGTBI. EL PAÍS titula: “Francisco, el Papa que quiso llevar la Iglesia a los márgenes”, destacando su capacidad para conectar con los más desfavorecidos y su rechazo a los fastos vaticanos. ABC informa que “el Papa falleció tras un ictus que le dejó en coma”, detallando que su salud se había deteriorado tras una hospitalización de 37 días por neumonía bilateral en el Hospital Gemelli de Roma. La Vanguardia resalta su última aparición pública el Domingo de Resurrección, donde pidió “libertad de religión, pensamiento y expresión”, un mensaje que hoy resuena como su testamento espiritual. El Mundo subraya que Francisco “fue un vendaval reformador que incomodó a los sectores más conservadores”, enfrentándose a críticas internas por su apertura doctrinal. El Español lo describe como “el Papa de la periferia”, recordando sus 47 viajes internacionales, aunque nunca visitó España, salvo una posible intención de viajar a Canarias por la crisis migratoria. La Razón destaca su “legado de sobriedad”, especialmente por la simplificación de los ritos funerarios pontificios que él mismo estableció en 2024. Reacciones en España: un país en duelo La muerte de Francisco ha sumido a España en un profundo luto. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó en RTVE su “dolor por la pérdida de un líder que inspiró al mundo con su mensaje de justicia y paz”, mientras el Consejo de Ministros decretó tres días de luto oficial. Las campanas de la Catedral de la Almudena repicaron en señal de duelo, como informó Telemadrid, que también destacó la asistencia de miles de fieles a misas en su memoria en iglesias de toda España. Los reyes Felipe VI y Letizia, acompañados por la reina Sofía, acudirán esta tarde a la Nunciatura Apostólica para firmar el libro de condolencias, según EFE. En un telegrama al cardenal Giovanni Battista, decano del Sacro Colegio, Felipe VI elogió “el compromiso de Francisco con un mundo más humano y solidario”. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció que las banderas ondearán a media asta, y El Confidencial recoge su mensaje: “Francisco fue un faro de esperanza en tiempos convulsos”. Desde la oposición, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, lamentó en Europa Press la pérdida de “un Papa que sirvió a la humanidad desde la humildad”. Santiago Abascal, presidente de Vox, expresó en Libertad Digital su “respeto por un pontífice que defendió la fe”. La Federación de Comunidades Judías de España, citada por 20 Minutos, destacó la “calidez y cercanía” de Francisco, sorprendida por su fallecimiento tras verlo activo en sus últimos días. Incluso sectores laicos, como la plataforma Público, reconocieron su “impacto social más allá de lo religioso”. El impacto global y los preparativos en el Vaticano La muerte de Francisco ha reverberado en todo el mundo. En América Latina, donde era un símbolo de orgullo regional, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lo describió en Prensa Latina como “un defensor incansable de los pobres”. Paraguay decretó cinco días de duelo, mientras que en India se establecieron tres días de luto estatal, según Reuters. El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, elogió su compromiso con la paz, recoge AFP. En el Vaticano, el cuerpo de Francisco será expuesto en la Basílica de San Pedro a partir del miércoles para la despedida de los fieles, según Vatican News. El funeral se celebrará entre el viernes y el domingo, y el cónclave para elegir a su sucesor está previsto para la primera semana de mayo. COPE informa que siete cardenales españoles, incluidos José Cobo, arzobispo de Madrid, y Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, participarán en la elección del próximo Papa. Un legado imborrable Los medios españoles coinciden en el impacto transformador de Francisco. El Periódico lo llama “el Papa de la esperanza”, recordando su encíclica Laudato Si’ sobre el cuidado del planeta. Diario de Sevilla destaca su lucha contra la pedofilia en la Iglesia, un tema que marcó su pontificado. El Correo resalta su rechazo a vivir en los lujosos apartamentos pontificios, optando por la sencilla Casa Santa Marta. HuffPost España subraya su apertura a las mujeres en roles eclesiásticos, un paso hacia la igualdad que generó debates internos. OK Diario recuerda su mensaje final en la Pascua de 2025: “¡Cuánto desprecio se manifiesta a veces hacia los más débiles, los marginados, los migrantes! Quisiera que volviéramos a tener esperanza”. Estas palabras, citadas por Cadena SER, resumen su visión de una Iglesia al servicio de los más necesitados. La muerte de Francisco cierra un capítulo crucial en la historia de la Iglesia. El Independiente señala que su sucesor enfrentará el desafío de continuar sus reformas en un mundo polarizado. Mientras tanto, el mundo despide a un Papa que, como recoge El País Vasco, “llegó del fin del mundo para cambiar el corazón de la Iglesia”. Su legado de humildad, solidaridad y esperanza perdurará en millones de fieles y no creyentes por igual.