‘Olvidados’, de Inés de Inés, desplegó emoción y sensibilidad inspirándose en el Alzheimer y las personas cuidadoras
El espectáculo flamenco ‘Olvidados’, representado sobre las tablas anoche en el Auditorio Municipal Maestro Padilla supuso el estreno del amplio programa de actividades de la cuarta edición del ‘Mes del Cerebro’. Una iniciativa con la que, de forma conjunta, el Área de Familia, Inclusión e Igualdad y la asociación Neurodem quieren promover la reflexión y la concienciación con un espacio de sensibilización, conocimiento y encuentro en torno a la salud cerebral. Con actividades culturales, testimoniales, educativas, preventivas y deportivas.
Antes del espectáculo, tanto la neuróloga de Neurodem, Teresa García, como la concejala del Área, Paola Laynez, dieron la bienvenida al numeroso público asistente animaron a participar en el resto de actividades que se desarrollarán hasta el próximo 26 de octubre. Los días que se enmarcan entre las conmemoraciones del Día Internacional del Alzheimer, que se celebra el 21 de septiembre, y el Día Mundial del Ictus, el 29 de octubre.
“Somos nosotros, desde el Ayuntamiento, quienes tenemos que daros las gracias a entidades como Neurodem, que hacen un trabajo profesional y una labor encomiable en el tratamiento y la concienciación sobre la importancia de cuidar nuestro cerebro y adoptar hábitos de vida saludables que pueden ayudar a prevenir o retrasar enfermedades neurológicas tan duras como el ictus, el Alzheimer o las demencias”.
A continuación, sobre las tablas, la bailaora huercalense Inés de Inés y su compañía, con la colaboración de Ana Mar al cante y Antonio de Quero a la guitarra, desplegaron emoción y sensibilidad con un espectáculo flamenco sobrio y muy efectista en algunos momentos. Tanto desde la elección de las letras –con ese “reloj no marques las horas”-, como en el trabajo solista de Inés o el coral de todo el grupo.
Entre los momentos más impactantes, los relacionados con el espejo presente en el escenario o esa ‘aparición’ de vestido blanco, contemplando y andando entre el cuerpo de baile con elegancia y rigor.
En definitiva, un arte tan expresivo como el flamenco difundiendo el mensaje. “Los cuidadores son los grandes olvidados de nuestra sociedad, ellos actúan desde el amor más profundo entregándose con generosidad a sus familiares que sufren una enfermedad neurológica. Reconocerlos y cuidarlos debe ser una prioridad en el día a día de nuestra práctica clínica diaria dedicándoles el tiempo que merecen para que puedan contar su experiencia”.