Hablar del sector agroalimentario de Almería es hablar de un modelo de éxito colectivo construido a base de esfuerzo, innovación y compromiso. Miles de familias viven de él y, al mismo tiempo, lo hacen posible gracias a su esfuerzo y al que realizan otros tantos miles de trabajadores de origen extranjero. Nuestra agricultura es sinónimo de calidad, sostenibilidad y proyección internacional, un ejemplo del que se habla en Europa y en el mundo.
Los datos de la última campaña nos recuerdan que somos capaces de sobreponernos a las dificultades. Pero no podemos cerrar los ojos ante los retos: la competencia internacional, los altos costes de producción o los problemas sanitarios en determinados cultivos. En todos esos frentes, los agricultores y las agricultoras no están solos. El Gobierno de España ha demostrado con hechos que está a su lado: lo estamos viendo con las ayudas directas de 16 millones de euros para paliar los efectos de la DANA y la sequía que han beneficiado a miles de agricultores almerienses. Y lo vemos también cada día con las inversiones que se están ejecutando para mejorar la eficiencia de los regadíos, que rondan los 200 millones de euros en nuestra provincia.
Si hay un desafío que marcará el porvenir de nuestra tierra es el agua. El PSOE y el Gobierno de España tenemos clara la prioridad: invertir en infraestructuras hídricas que nos permitan no depender de si llueve o no llueve, especialmente en un contexto de crisis climática como el que estamos viviendo. Por lo tanto, es imprescindible asegurar cada gota, porque sin agua no hay futuro posible para nuestra agricultura. Garantizar este recurso es garantizar empleo, bienestar y progreso.
Nuestro compromiso político es firme: defender al campo almeriense frente a quienes lo utilizan como arma arrojadiza y acompañar a agricultores, cooperativas y empresas con soluciones reales. Porque la agricultura no solo da trabajo y riqueza, también define quiénes somos como provincia y hacia dónde queremos avanzar.
Con diálogo, inversión pública y una apuesta inequívoca por la sostenibilidad, seguiremos haciendo de la agricultura almeriense un motor de desarrollo, justicia social y orgullo colectivo. Esa es la responsabilidad del PSOE y del Gobierno de España: estar al lado de quienes hacen grande a Almería.