Esa es la estimación de la factura de la búsqueda de Gabriel, a quien ella había matado el primer día de su desaparición
Ana Julia Quezada ha reconocido haber sido la persona que dio muerte al pequeño Gabriel Cruz el 27 de febrero de 2018 en Rodalquilar, y simular que había desaparecido, por lo que se montó un dispositivo de búsqueda "sin precedentes" según han reconocido mandos de la UCO de la Guardia Civil en el transcurso del juicio oral que se sigue en la Audiencia de Almería.
De este modo, ella es la única responsable de la factura de 200.203 euros en que el coronel jefe de la Comandancia de Almería, Arturo Prieto Bozec, ha valorado el dispositivo. En ese sentido ha aclarado que el informe que ha presentado es de "mínimos, el mínimo coste y en base a cantidades fácilmente justificables" si bien "habría otros conceptos que se podrían contemplar pero difícilmente cuantificables", pero que ha preferido ser "muy objetivo".
Bozec ha detallado que se precisó la "implicación de un montón de unidades diferentes, con circunstancias de búsqueda, el hecho de ser un niño y tener movimientos más imprevisibles, implica más personal, más tiempo implica más personal también", y para sus cálculos ha contemplado el tiempo invertido por el personal en jornadas de siete horas y media, los gastos de alojamiento y manutención, de acuerdo a lo que menos cobra cada guardia según su escala. También se recogen las indemnizaciones por servicios, el consumo de vehículo de combustible, pero no su uso y mantenimiento, algo que sí se ha tenido en cuenta en los helicópteros, y también los de combustible de dos pequeñas embarcaciones, a lo que suma los gastos de cuadras y perreras para canes y caballos.
Entre los costes que no ha tenido en cuenta está el lucro cesante que este caso sería la posible pérdida de seguridad que habría en otras zonas precisamente por dedicar todos los esfuerzos humanos y materiales a este caso.
Otro de los temas que se han conocido en el transcurso de la sesión del juicio de este viernes, está que Ana Julia permaneció unas tres horas en la finca de Rodalquilar, según los datos telefónicos recopilados por la Guardia Civil durante la investigación del caso. Según estos informes de los peritos de la Guardia Civil, por la mañana estuvo en Campohermoso, sobre las dos de la tarde s fue a la casa de Las Hortichuelas Bajas que es donde está la casa de la abuela de Gabriel, donde la última conexión a su teléfono tuvo lugar sobre las 15:46:45 horas.
Los investigadores han señalado que el móvil tuvo actividad a las 17:39:06, pero desconocen si pudo ser una alerta de una aplicación del teléfono, que como no estaba intervenido, pues no se puede conocer más que el tiempo de encendido, apagado y localización.
La siguiente conexión ya fue en Rodalquilar, a unos diez minutos de su punto de partida, donde a las 18:55:48 horas recibió una llamada del padre de Gabriel, que era su pareja en ese momento.
En las explicaciones dadas por los agentes en relación a su investigación, ha indicado que hicieron pruebas hasta con 36 terminales móviles similares al de la acusada para contrastar los datos sobre el terreno.
Otras declaraciones han sido relativas a pruebas ya conocidas, como la constatación de que el hacha encontrada tenía restos del ADN de Gabriel compatibles el tipo de agresión que Ana Julia reconoce que le hizo. Hallaron hasta nueve rastros del niño, pero ninguno de la acusada, pero sí de otra persona no identificada. Los restos estaban en la hoja y en el mango, pero los especialistas han rechazado interpretar con ellos la forma en que murió Gabriel asegurando que no les corresponde.