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Sin mujeres no hay democracia

Por Juan Carlos Pérez Navas
viernes 04 de marzo de 2016, 21:08h

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Decía Clara Campoamor a principios del XX que “la República no puede defraudar a las mujeres”. Hoy, los socialistas decimos en bloque que la democracia, tampoco. En la España del XXI parece increíble que aún sigamos clamando por los derechos de las mujeres, por una sociedad en la que vivan libres sin la amenaza de la violencia de género, en una sociedad de hombres y mujeres que puedan soñar juntos su futuro, imaginar el tipo de familia que quieren formar, decidir lo que desean estudiar, elegir la educación para sus hijos e hijas, elegir a quién quieren amar o cómo quieren ser felices.

Hay asuntos que se resuelven sólo dejando que transcurra el tiempo, pero los problemas de las mujeres tenemos más que comprobado que no, que necesitan el empuje desde las instituciones públicas para que empiecen a moverse esos férreos planteamientos que las subyugan, también hoy, bajo el peso del patriarcado.

Por eso, es importante ante la fecha del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, recordar cómo el PSOE ha actuado de forma positiva en beneficio de esa necesaria igualdad entre los hombres y las mujeres que nos permitirá catapultar nuestra sociedad hacia cotas de mayor bienestar y desarrollo.

Entre los éxitos que desde el PSOE hemos cosechado en beneficio de las mujeres quiero destacar la Ley Integral contra la Violencia de Género, la Ley de Igualdad, la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, la Ley de Matrimonio entre personas del mismo sexo, la Ley de Dependencia, el Plan Concilia, el Plan de Educación de niños entre 0 y 3 años, la implantación de la coeducación o la educación para la ciudadanía.

Pero no es suficiente, debemos seguir trabajando, incluyendo la igualdad como eje prioritario de actuación que debe extenderse de forma transversal al resto de acciones políticas. Debemos impulsar un Pacto de Estado contra la Violencia de Género que consiga erradicar esa manifestación extrema de desigualdad impuesta por la fuerza.

Además, hemos de apostar por una economía de la igualdad que facilite a las mujeres el acceso al empleo, la permanencia y la promoción, que acabe con las diferencias salariales y las libere de su papel de cuidadoras universales de todos los miembros de la familia.

Igualmente debemos luchar por conseguir un Pacto de Género que garantice el equilibrio en la presencia de hombres y mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, así como establecer un sistema verdaderamente efectivo para acabar con la prostitución y la trata de personas con fines de explotación sexual, una de las más crueles formas de esclavitud de nuestra sociedad.

Para todas estas iniciativas fructifiquen es necesario sembrarlas allí donde hunden sus raíces las relaciones humanas, construyendo un sistema coeducativo que garantice la formación en igualdad de niños y niñas, desde la educación infantil hasta la universidad, que incorpore los intereses de las mujeres en el currículo, que enseñe a resolver conflictos de género y que constituya la mejor herramienta para luchar contra la violencia de género. Son propuestas socialistas que beneficiarán a las mujeres, pero también a toda la sociedad porque contribuirán a enriquecer nuestra democracia.