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Con distinta intensidad, pero pasa

Por José Antonio Avila López
jueves 09 de octubre de 2025, 09:20h
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El escritor Sinclair Lewis fue el primer ciudadano estadounidense que recibió el Premio Nobel de Literatura, y sus dos libros más famosos son “Babbit” y “Esto no puede pasar aquí”. Hace años leí el segundo, y es cuando puede añadir a ese título eso de “¿O sí?”... Pero continuemos... El protagonista de la obra es Berzelius Windrip, que podría ser en nuestra España de hoy el Presidente Pedro Sánchez. Sinclair Lewis, un escritor muy inteligente, nos comunica la filosofía del senador Windrip, que aspira a ser elegido presidente, y nos expone esa filosofía en 15 puntos, cada uno aún más disparatado que el anterior, para llegar al colmo del disparate en el punto 15, que dice : “Inmediatamente después de la toma de posesión del presidente, el Congreso introducirá enmiendas constitucionales que estipularán que el Presidente tendrá la autoridad para gobernar; que el Congreso sólo tendrá un papel de asesor, es decir, informar al Presidente sobre cualquier legislación necesaria pero sin actuar hasta que se lo autorice el Presidente; y que se eliminará inmediatamente de la competencia del Tribunal Supremo el poder de invalidar cualquier acción del Presidente, de sus asesores nombrados o del Congreso, dictaminando qué es inconstitucional o iniciando cualquier otra actividad judicial”. Y un delirante apéndice final : “el partido no considera los 15 puntos como obligatorios o no modificables, excepto el número 15”. Esto no puede pasar aquí, pensaba el pueblo estadounidense cuando Sinclair Lewis publicó el libro... ¿Nos suena? El libro, según su acertada contraportada, va más allá de presentarnos a un personaje demagogo y populista, nos muestra cómo son las personas que anhelan tal líder, cómo piensan, lo que desean, sus preocupaciones..., en definitiva, cuál es el caldo de cultivo. “Eso no puede pasar aquí” es un libro universal que denuncia que la manipulación es un mal que dormita entre nosotros, y que no puede tomarse a la ligera porque... “eso sí puede pasar aquí”. De hecho, las dictaduras (cubiertas o encubiertas) sí han pasado en muchos lugares del mundo : pasó en Alemania, Rusia, Italia... por citar sólo algunos de los países más cercanos. También ocurrió eso, y sigue ocurriendo (la dictadura) en la España actual, con Pedro Sánchez como Presidente del país. Leo lo del punto 15 del candidato Windrip, que resumí en un párrafo anterior, y respecto a España puedo deducir y esquematizar lo siguiente : cualquier Tribunal que no esté presidido por un esclavo funcional de Sánchez, no podrá tomar decisión alguna que no guste y sea aprobada por el Presidente Sánchez. Y respecto a Occidente voy a ir más allá : aunque la democracia de Occidente se presenta como la antítesis de China ofreciendo libertad frente al autoritarismo, la convergencia entre los dos sistemas es evidente. El crédito social chino es centrali­zado y vertical, y en Occidente está fragmentado y en parte pri­vatizado. Ambos sistemas transforman al ciudadano en objeto de puntuación, vigilancia y manipulación. La gran diferencia no está en el “qué”, sino en el “cómo”. En Pekín se hace en nombre de la “armonía social”, en Bruselas en nombre de la seguridad, la salud o el mercado. ¡Por favor! El dilema del siglo XXI ya no es entre libertad o seguridad sino entre ser ciudadano o ser un simple dato. La falta de libertad, la dictadura disfrazada de democracia, la represión para “protegernos”, sí puede pasar, está pasando con distinta intensidad en todas partes, España incluida.