El campo de maniobras y tiro de la Base 'Álvarez de Sotomayor' de La Legión, ubicada en Viator, ha sido el escenario de una destacada jornada de experimentación militar que ha puesto a prueba la integración de sistemas robotizados de vanguardia. Este ejercicio, que forma parte de la Campaña de Experimentación Táctica 2025 del Ejército de Tierra, se ha centrado en el uso de tecnologías como drones, sistemas antidron, sensores avanzados y robots terrestres, conocidos como 'cyberdogs', con el objetivo primordial de transformar la Fuerza y alejar al personal militar de la primera línea de fuego en futuros conflictos.
El jefe del Centro de Fuerza Futura 2035 del Estado Mayor del Ejército, el coronel Alberto Quero, explicó que la robotización está alcanzando un nivel que hace "prácticamente imposible la presencia del ser humano, del combatiente humano, en una franja de terreno que nosotros hemos denominado la franja robótica". Esta franja, que se extiende a más de veinte kilómetros de anchura, sustituye a la tradicional línea de contacto y es donde la tecnología ocupará progresivamente el lugar del combatiente en las zonas de mayor riesgo.
Los ejercicios, iniciados el pasado día 27 y que culminan este viernes, han supuesto una "oportunidad única" para evaluar las capacidades de sistemas aéreos y terrestres no tripulados y analizar las condiciones de enfrentamiento en un campo de batalla moderno y altamente tecnificado, una lección extraída directamente del actual conflicto en Ucrania. Durante la campaña, se han analizado aspectos clave de la guerra electrónica, el uso de municiones merodeadoras y la implementación de soluciones de comunicaciones satelitales y tecnología 5G en un entorno táctico realista, replicando tendencias de enfrentamiento que se prevé que se amplíen en el futuro cercano.
La experimentación busca que las unidades del Ejército entiendan cómo potenciar su eficacia y eficiencia mediante la integración de la robótica y la inteligencia artificial, permitiendo que drones, robots terrestres, sensores inteligentes y municiones autónomas interactúen de forma hiperconectada para detectar, fijar y neutralizar amenazas. El teniente coronel Francisco Olivares, del Centro de Fuerza Futura 2035 de la División de Planes, destacó que este nuevo escenario impulsa una necesaria formación tecnológica de los soldados, quienes estarán "detrás de cada robot". Los mandos militares enfatizaron que el nuevo planteamiento busca lograr objetivos de "bajas cero" en conflictos armados, controlando los robots "a vanguardia" desde posiciones más seguras en retaguardia.
Los mandos han subrayado el papel esencial y pionero de La Legión y la colaboración de la Brigada 'Rey Alfonso XIII' II en el impulso de estos avances técnicos a través de la Brigada Experimental 2035, labor iniciada en 2017. El coronel Quero ha señalado que "sin el compromiso y la participación de la Legión (...) esto no sería posible", destacando que será este cuerpo el que adopte a finales de año la plantilla experimental que servirá como base para el trabajo de todas las brigadas del Ejército de Tierra.
La jornada ha contado con la colaboración de la industria nacional, con la participación de más de veinte pequeñas y medianas empresas y start-ups españolas, buscando validar conceptos de empleo y procedimientos de las unidades operativas. En el ejercicio, se ha percibido una "mejora importante" con respecto a los realizados en el pasado mes de junio, con la confianza de que la próxima campaña de experimentación, prevista para abril del año que viene, permita avanzar aún más. Además de la participación de las Fuerzas Armadas, el evento ha contado con la asistencia de veinticinco observadores internacionales, incluidos representantes de la Agencia Europea de Defensa y grupos de trabajo de la OTAN, quienes han quedado "bastante impresionados" con los avances en sistemas no tripulados y su interoperabilidad, contribuyendo a la defensa colectiva y al intercambio de lecciones aprendidas con países amigos y aliados.