La organización humanitaria Cruz Roja ha rendido homenaje a sus colaboradores con motivo del Día Internacional del Voluntariado, destacando el
compromiso y la
fuerza de las más de
2.300 personas que forman parte de su voluntariado en la provincia de
Almería, quienes son el eje central de su actividad y posibilitan la protección de la humanidad a través de su participación activa. El reconocimiento pone en valor el talento de estos voluntarios, con el objetivo de fortalecer sus capacidades y mejorar su satisfacción, una labor que se extiende a más de
231.000 personas que colaboran con la organización en el conjunto del Estado español.
Según ha detallado María Dolores Navío, responsable de Voluntariado en Almería, la labor que realizan estos colaboradores es desinteresada, sin buscar el reconocimiento externo, y su motivación reside en aliviar el sufrimiento ajeno. Navío ha subrayado que esta fortaleza del voluntariado es la fuerza de Cruz Roja, permitiendo a la entidad estar cada vez más próxima a las personas en situación de vulnerabilidad y seguir sus principios fundamentales. La responsable ha realizado un llamamiento a la gratitud hacia estos colaboradores por su valor social, su entrega y su pasión en el servicio.
En cuanto al perfil del voluntariado de Cruz Roja en la provincia de Almería, este es muy variado, aunque la figura predominante se corresponde con una mujer, que representa el 64,22 por ciento del total provincial, con una media de 41 años de edad, con estudios superiores y con un interés enfocado principalmente en el área de inclusión social, y sobre todo, en actividades relacionadas con la infancia.
Por su parte, en la Comunidad Autónoma de Andalucía, alrededor de 1.000 personas realizan voluntariado con Cruz Roja de manera simultánea, movilizándose tanto en grandes emergencias como en las intervenciones cotidianas que ofrecen respuestas a personas en situación de soledad no deseada, en búsqueda de empleo o sin recursos. La actividad más frecuente de este voluntariado en la Comunidad es el acompañamiento social, mayoritariamente para ofrecer apoyo emocional a quienes más lo necesitan, seguido por los acompañamientos para la realización de trámites diarios como citas médicas o gestiones administrativas. Ha cobrado también una gran importancia el acompañamiento digital que el voluntariado de Cruz Roja presta a través del proyecto Click_A, con el objetivo de ayudar a superar la brecha digital y mejorar las competencias en el uso de las nuevas tecnologías.
La organización ha resaltado dos trayectorias que inspiran y reflejan la esencia de Cruz Roja en Almería: las de Óscar Jurado y Maite Blasco. Óscar Jurado, de tan solo 18 años y estudiante de Química, asumió en abril la dirección de Cruz Roja Juventud en Almería, después de iniciar su voluntariado en la asamblea de Vera junto a su madre, lo que le ha permitido avanzar en todas las etapas de la organización juvenil hasta convertirse en un referente para el voluntariado joven de la provincia. Jurado explicó que su decisión de presentarse a la dirección surgió al sentirse acogido y preparado, con ganas de representar a un equipo que confía en él, y enfatizó la cercanía como uno de sus valores esenciales, aspirando a ser una persona de confianza a nivel local. Para él, la misión de Cruz Roja Juventud es crear espacios seguros donde la infancia y la juventud puedan crecer y transformarse en agentes de cambio, destacando la educación como la base para transformar la sociedad y romper ciclos negativos desde la infancia. El joven voluntario resaltó que cuentan con un equipo técnico sólido y un voluntariado comprometido, y atienden la realidad social diversa de la provincia, marcada por la migración, con respeto e igualdad. Entre los desafíos que afronta se encuentra la necesidad de adaptarse al nuevo modelo de participación, reforzar los equipos locales e impulsar la captación de voluntariado a través de un plan estratégico provincial, defendiendo la colaboración entre departamentos al considerar que trabajar unidos les hace más fuertes. Jurado ve los centros educativos como espacios clave para conectar con jóvenes y visibilizar la labor de Cruz Roja Juventud.
Por otro lado, Maite Blasco, nacida en 1958, decidió comenzar su camino como voluntaria tras más de dos décadas dedicada al marketing y la comercialización en un medio de comunicación, cerrando su etapa laboral para cumplir su deseo de hacer algo por los demás al tener ya disponibilidad. Blasco, que había estudiado Psicología, inició su trayectoria en Cruz Roja primero en Migrantes, después en Voluntariado y, actualmente, en el equipo de Trata, dedicando dos o tres días a la semana a la organización, actividad que compagina con clases en la Universidad de Mayores y su papel como abuela. La voluntaria afirmó que es positivo mantener la mente activa, pero su mayor satisfacción radica en saber que ayuda a personas que lo necesitan, recordando la gratitud que se percibe, por ejemplo, al ver la cara de una madre al recibir una bolsa de comida, sintiendo que hace algo por mejorar su vida y darle una nueva oportunidad. Blasco describe a Cruz Roja como "acción directa" porque se involucra en la realidad de personas mayores, niños y personas vulnerables, y convencida de que el voluntariado "nace del corazón", anima a otras personas a dar el paso asegurando que lo que se recibe siempre es superior a lo que se da. Como coordinadora, ha hecho hincapié en la importancia de integrar y reconocer a quienes se incorporan, señalando que los voluntarios son el alma de la organización, y ha subrayado la relevancia de su labor en la selección, formación, escucha y reconocimiento de los voluntarios.