El delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma, Pedro Fernández, ha confirmado este martes que los resultados periciales descartan la existencia de una agresión sexual previa sobre el menor de cuatro años de Garrucha cuyo fallecimiento se produjo el pasado 3 de diciembre. Esta información, trasladada a los medios de comunicación, se fundamenta en los informes emitidos por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Sevilla, los cuales revelan la ausencia de restos biológicos, como ADN o semen, pertenecientes a la pareja de la madre del menor en el cuerpo de la víctima. Cabe recordar que a esta persona se le atribuye, dentro de la investigación judicial, un presunto delito de agresión sexual además de otro de asesinato, cargos que comparte con la progenitora del pequeño. Ambos se encuentran actualmente en situación de prisión provisional por estos hechos ocurridos en la provincia de Almería.
El representante del Estado español ha incidido en que el asunto se encuentra bajo estricta competencia de la autoridad judicial, concretamente en manos del titular de la Sección Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia 4 de Vera. Los análisis pormenorizados de las muestras tomadas por el Instituto de Medicina Legal mediante hisopos rectales y anales finalizaron el pasado 17 de diciembre con resultados negativos en cuanto a la presencia de semen o saliva de terceras personas. Del mismo modo, el estudio genético no ha detectado ningún perfil de ADN distinto al del propio menor, lo que refuerza la inexistencia de contacto biológico ajeno en las zonas exploradas.
En el apartado químico de la pericial, los facultativos han explorado la posible administración de alcohol o drogas al organismo del niño. Los resultados han sido negativos para sustancias psicoactivas, localizándose únicamente trazas de ibuprofeno en el documento fechado el 22 de diciembre. No obstante, las consideraciones toxicológicas-forenses aclaran que estos resultados negativos no excluyen de forma absoluta el uso de alguna sustancia, ya que factores como el tiempo transcurrido desde la ingesta hasta la toma de muestras o las bajas concentraciones podrían dificultar su detección en el laboratorio.
La presencia constatada de ibuprofeno, un fármaco con propiedades analgésicas y antipiréticas, guarda relación con la estrategia de defensa de los investigados. Los abogados sostienen que el fallecimiento pudo deberse a un patrón de negligencia derivado de la automedicación y un diagnóstico obtenido a través de internet por parte de la madre. Según esta tesis, la administración del fármaco habría agravado una hemorragia interna que el menor ya padecía previamente. Con estos datos, la instrucción del caso continúa en los juzgados de la provincia de Almería para esclarecer las circunstancias definitivas que rodearon la muerte del menor en la localidad garruchera.