Adelaida De la Calle lleva la mayor parte de su vida en Andalucía, pero a día de hoy, ella sigue siendo de donde nació. Es obvio que no es andaluza, pero tampoco siente esta tierra como suya, de tal forma que cuando se conocen los datos del Informe PISA, corre a salvar la cara del Gobierno socialista en vez de la de Andalucía.
Que a estas alturas, la consejera de Educación de la Junta de Andalucía, atribuya a conspiraciones internacionales y la Transición, los malos resultados de los escolares andaluces en este ranking, es sencillamente impresentable. A ella no le importa solucionar la situación educativa andaluza, si no justificar la gestión del PSOE, que es el único partido que ha gobernado nuestra autonomía.
El Informe PISA se elabora con escolares de hoy, con los que hoy van a los colegios andaluces, no con sus padres ni sus abuelos. Ocupados en pizarras digitales, ordenadores de tres al cuarto, plaquitas en los colegios TIC, plaquitas de biligüismo (¡ay que risa, marialuisa!), nombres de proyectos la mar de molones... mientras en cuatro años se recortan 600 profesores en Almería, proliferan las aulas prefabricadas, millar y medio de jóvenes no pueden hacer la FP en esta provincia por no tener plaza, tenemos clases de para FP de electricidad ¡sin energía eléctrica!, o de otras materias totalmente vacias (en el Alquián) las universidades ocupar los puestos más bajos en los ranking internacionales. Esa es su realidad y su legado.
Cuando se cumplen 39 años de aquel 4D, en el que más de dos millones de andaluces nos echamos literalmente a las calles para pedir “autonomía”, hay que recordar que quienes vieron en aquello una reivindicación “nacionalista” eran una escasísima minoría, ya que la inmensa mayoría lo que demandaba era no seguir siendo los últimos… no queríamos seguir siendo la tierra del paro, y resulta que nos mantenemos como líderes en desempleo, y no queríamos ser la tierra del analfabetismo, y los datos de PISA están ahí, y no queríamos seguir siendo la pandereta de España y ahí está Canal Sur y todas las series y películas que siguen produciéndose, y queríamos tener sanidad para todos, y basta comparar las ratios andaluzas con las españolas, porque nada ha cambiado… ha evolucionado, pero no cambiado.
El problema, en el fondo, es que el PSOE nunca ha creído en la autonomía real, en la que reivindicada el 4D, y ha aceptado de facto una descentralización administrativa, de tal forma que siempre tiene la posibilidad de culpar “a Madrid”… cuando precisamente queríamos autonomía para ser dueños de nuestro destino. Qué lejos estamos de vascos y catalanes, quienes pese a echar la culpa "a Madrid" de algunos de sus males, luchan por mayores cotas de autogobierno, incluso a independencia, para mejorar... mientras aquí, nuestro gobierno, se limita a la queja, a la llantina. Qué lejos estamos de ser, como vascos y catalanes, un pueblo orgulloso, combativo, como lo fuimos el 4D de hace 39 años, esa fecha que ni aparece en los libros escolares, esos en los que se ningunea nuestra propia cultura e identidad... no vaya a ser que nos lo creamos otra vez y la volvamos a liar.
A De la Calle, Susana Díaz debía ponerla en la calle, por incompetente, sí, pero sobre todo por ser un insulto a la inteligencia (aunque le sorprenda, señora consejera, en Andalucía también hay gente inteligente… en serio). Aunque visto de otro modo, lo cierto es que está cumpliendo con las expectativas de lo que se espera de una consejera de Educación en Andalucía. Enhorabuena.