Que sí, que será el primer paso firme en 15 años para integración del Puerto de Almería en el entramado urbano de la ciudad de Almería, según dicen los firmantes del convenio que, con caras sonrientes y luces de colores, se dieron cita en un acto solemne este lunes.
¿Pero qué firmaron? Pues… firmaron algo que podían haber firmado hace 15 años, o hace diez, o el año pasado. Firmaron que esa integración es buena para todos, que será un revulsivo económico y turístico, que todo debe hacerse con respeto a la legalidad y dando seguridad jurídica… y tal vez acabe de detallar más elementos de los que aparecen en el documento suscrito, que no es más que una declaración de intenciones.
De hecho, mientras el PGOU de la capital no esté plenamente aprobado y en vigor, ni el Puerto-Ciudad, ni ningún otro proyecto urbanístico –entendido esto de un modo amplio- puede darse por firme, por mucho que se firme.
Además, quienes se han hecho la foto, el presidente de la Fundación Bahía Almeriport, Diego Martínez Cano, el alcalde de la ciudad, Ramón Fernández-Pacheco, y la presidenta de la Autoridad Portuaria, Trinidad Cabeo, son los adelantados, ya que está hablado que se sumen el Gobierno central y el andaluz. Ambos gobiernos se miran de reojo, y dicen que pondrán en el proyecto lo mismo que ponga el otro, y de momento, ninguno se mueve.
La solemnidad está muy bien, y de vez en cuando, esto de quedar todos los que llevan traje (como metáfora incluye a señores y señoras), darse unas palmaditas, unas sonrisas… pues mola, pero es tan endeble lo que se ha firmado, está todo tan abierto, compromete tan poco, es tan etéreo, que sinceramente, no justifica tanta pompa.