Por ganar, Mariano Rajoy ha ganado hasta el congreso –o como quieran llamarlo- de Podemos en Vitalegre, ya que la reelección de Pablo Iglesias como secretario general, y el respaldo a sus postulados ideológicos es lo que más le interesa de cara a futuras citas electorales.
Iglesias cree que Podemos debe instalarse en la radicalidad de la barricada, y la verdad, la gente se cansa de estar todo el día con la matraca guerrillera, como si esto fuera Cuba o Venezuela, con esa retórica frentista… y populista, por eso han ido a menos, por mucho que han intentado abrir la base. Y es que en realidad, Podemos es muchos menos de lo que parece, ya que si se le quitan los compañeros de viaje, se quedan en bastante poca cosa… retiren a los catalanes, y a los gallegos, y a los valencianos, y retiren a Izquierda Unida… y verán que los que pueden no son tantos. Por cierto, añadan que la secretaria general del Podemos de Andalucía, Teresa Rodríguez, ha declarado “independiente” esta organización, y además es de un sector que ha tenido su propio candidato a la secretaria general, un miembro el Parlamento Andaluz.
Como dijo el Anticapitalista (eso de que un partido político tenga por nombre “antialgo” ya es de entrada, como para pensárselo) Miguel Urbán, Podemos corre el riesgo de convertirse en una Izquierda Unida 2.0 (algo así como la senda abierta en Ciudadanos con respecto al PP).
El mensaje de Podemos caló entre los más afectados por la crisis económica, entre aquellos que sufrieron los recortes del PSOE de Zapatero, y luego los del PP, sin solución de continuidad, aquellos que, a pesar de que IU estuvo con ellos, la seguían percibiendo como un elemento institucional y sobre todo, como el propio Iglesias llegó a decir –más o menos- un partido comunista triste y aburrido… con el que en otro gesto de coherencia, se fue de botellines.
A medida que la crisis va pasando, lenta pero inexorablemente, dejando cadáveres por el camino, pero también como muchos enfermos recuperándose, unos en la UVI, otros en la UCI, y otros en planta, el mensaje del Podemos de Pablo Iglesias ser irá diluyendo, y ocupando el espacio que siempre ocupa lo marginal, es decir, el margen. Pero también esa amalgama que les hace tercera fuerza política, podría ir decayendo a medida que cada cual prefiera tejer sus propias alianzas en los territorios en los que tiene representación.
El hecho es que si Podemos abandona la estrategia que proponía Íñigo Errejón, la de transversalidad, y se instala en la radicalidad, objetivamente va a ocupar el espacio de Izquierda Unida, que no es otra cosa que el PCE con algunos grupúsculos más. Ahora puede que Podemos sea más que IU, pero a la vez, se alejan de aquellos desencantados del PSOE a los que tal vez había logrado atraer.
El Podemos que sale de Vistalegre es el que le interesa al PP, ya que buscará destruir al PSOE como primer objetivo, para ser la única alternativa de referencia en la izquierda, con ellos sufrirá un enorme desgaste, pero no lo logrará. No lo logrará porque con ese Podemos radical lo que ocurre es que las diferencias con el PSOE vuelven a ser nítidas, como lo eran entre IU y el PSOE.
Mientras el PSOE se reencuentra sí mismo, elije secretario o secretaria general, elije candidato o candidata a La Moncloa, zurce las nuevas heridas que todo ese proceso abrirá… Rajoy podrá seguir gobernando.
En todo caso, también a los socialistas les ha venido bien el resultado de Vistalegre. De nuevo tienen la oportunidad de dejar claro qué son ellos, y en qué se diferencian de Podemos… basta con recordar qué les diferenciaba de los comunistas, o de IU, y eso no debe ser tan complicado después de tantos años haciéndolo.