La Guardia Civil ha iniciado una investigación en torno al robo de cobre que afecta a la línea de tren entre Madrid y Sevilla, un fenómeno que se clasifica como delincuencia común. Este tipo de delitos ha ido en aumento, particularmente en Castilla-La Mancha, donde se registraron casi 1.000 sustracciones en lo que va del año 2024.
El ministro de Transportes también ha expresado su desacuerdo con la empresa Iryo respecto a la rotura de una catenaria, un incidente que ha contribuido al caos ferroviario reciente. A pesar de los problemas, los trenes están recuperando gradualmente la normalidad tras enfrentar nuevos retrasos e incidencias en el servicio de alta velocidad tanto en Barcelona como en Sevilla.
Un problema creciente
Los robos de cobre no solo afectan la infraestructura ferroviaria, sino que también generan inconvenientes significativos para los pasajeros y el sistema de transporte. La situación ha llevado a las autoridades a intensificar sus esfuerzos para combatir este tipo de delitos, que han proliferado en diversas regiones del país.
A medida que avanza la investigación, se espera que se implementen medidas más estrictas para proteger las instalaciones ferroviarias y prevenir futuros incidentes relacionados con el robo de materiales esenciales como el cobre.