Puedo entender que no se le dé a Pedro Sánchez, y menos a Adif, un premio por el empuje del Ave en Almería, pero que se le dé a la Junta, me van a ustedes a perdonar, pero me cuesta comprenderlo. Doña Rocío Díaz lo recibía feliz y contenta (qué iba a hacer la consejera), ante el trabajo que la Junta ha venido llevando a cabo para el lanzamiento del Ave por estas tierras, lograr la unión de todos, de esa Andalucía que tanto le preocupa a Juanma Moreno Bonilla. No digo que la Junta no haya trabajado por la llegada la alta velocidad al este de esta Andalucía tan cercana y vinculada a Murcia, pero si quieren que les sea sincero, hasta ahora no lo hemos visto, y por el día de hoy, cuando junto estas cuatro letras en la pantalla del Hp, veo las teclas del escritorio, vamos, que no me he tenido que apuntar todavía a la Once. Con todo, estoy dispuesto a rectificar si me convencen de lo mucho que han hecho ustedes, señores de la Junta, por el Ave de Almería. Cuenten, cuenten.
No digo que no hayan hecho declaraciones en defensa del Ave, por Dios, eso nadie lo duda, en nada les comprometía lo manifestado, pero en Almería todos los que se dedican a escribir, y especialmente la Mesa de Tren, vienen llorando, clamando en el desierto político que nos rodea, por ese Ave desde hace décadas, décadas, señores del gobierno de Sevilla y sus periferias.
Negar que las obras del Ave las está haciendo el gobierno central sería no ver una realidad.
Olvidar que fue el Pp el que cerró las bocas de los túneles, no sería estar ante lo ocurrido durante el gobierno de Mariano Rajoy.
Negar que los plazos que nos ha ido dando el gobierno de Pedro Sánchez no se han cumplido, es querer engañarnos.
Rodrigo Rato, por aquellos tiempos ministro de Aznar, anunció en la ciudad que el Ave llegaría en el 2005. Y aquí seguimos esperando. Qué paciencia tiene nuestro pueblo, Job está con nosotros.
Si alguien se merece un premio por la defensa de la alta velocidad, por el trabajo realizado a lo largo de años, por las veces que han tenido que aguantar las presiones políticas es la sociedad civil almeriense, representada por la Mesa del Tren y el señor Tejada. Que le den un premio a una institución política, como es en este caso La Junta, no es de recibo. Como no lo sería tampoco que se lo dieran a unos señores de Adif, o al gobierno de araneros que manda en Madrid, que dan cringe, como dicen ahora los jóvenes, cuando le escuchamos hablar de tiempo, fechas y de llegada del veloz caballo de hierro a estas tierras.
Estos premios a los políticos siempre tienen un pago, una subvención, un regalo. No les extrañe que algún día nos enteremos lo que nos ha costado a los ciudadanos el premio que recogía doña Rocío Díaz en Granada hace una semana. Todo al final, se acaba sabiendo.