El sindicato lamenta que se pongan en manos de otras empresas el mantenimiento, la cocina y la recepción de muchas de estas instalaciones y denuncia una estrategia de la Junta para “dejarlas morir”
El sindicato estima que sería necesaria la incorporación de unos 800 profesionales de todas las categorías profesionales para garantizar una mínima calidad asistencial