Llevan meses, semanas, los enfermos de ELA contando la dura aventura que se traen con la sanidad española. La pública, esa que defienden los sindicatos y las batas blancas y que ha dejado fuera de su cobertura once fármacos contra el cáncer. Sin sumar los jarabes para la tos y otras medicinas de las llamadas contra los resfriados, que desde hace tiempo se las tiene que pagar el que mantiene la Seguridad Social. Sanidad Universal, y un mojón, tan grande como los que nos van dejando las vacas en el campo, y que en invierno vienen bien para echar un fuego en el que calentarse.
Se les llena la boca a estos politicastros de la defensa del vulnerable, pero esa defensa es de boquilla, a la hora de la verdad, vemos que aquí lo único que se defiende, para lo único que hay dinero es para sus intereses, por muy espurios que estos sean. Si se trata del familiar de un político que tiene que ir a declarar ante el juez, toda la policía necesaria, y no aparece Marlaska al frente de la formación porque no se lo ha pedido el presidente, que, si lo hace, firme como una vela estaría. Pero no esperen ustedes que haya policía en las calles para defender a los ciudadanos. A esos que les den por donde amargan los pepinos. A un okupa no lo echa usted en años, pero una pancarta la quita este gobierno en dos horas, de noche y con nocturnidad.
Dice el eterno refranero español, puesto en solfa en estos tiempos con la nueva semántica, que se coge antes a un mentiroso que, a un cojo, por muy diablo que este sea, y es lo que ocurre cada día con los políticos que nos gobiernan. Nos comentaba el que iba a ser el jefe de la sección de Sánchez en Almería, ya lo es, que iban a llegar a Almería policías y Guardias Civiles para defender a los vecinos de la situación que se está viviendo en Almería. Eso ocurrió hace meses, y no se ha vuelto a hablar de ello, pero los vecinos de Gádor salieron a la calle hace unas semanas a pedir seguridad. ¿Dónde está el quinto de caballería, don José María?
Algún día llegarán, es evidente, como llegará el Ave, como nuestros nietos verán en algún momento el puerto ciudad convertido en una realidad. Pero mientras, lo único que vemos son los recortes que vive la sanidad en lo que a fármacos se refiere, algunos tan necesarios como los que dan cierta esperanza a los enfermos del cáncer. Y de los enfermos del Ela mejor no hablar. Unzue, el que fuera gran jugador de fútbol, nos está dando lecciones de hombría y seriedad en estos días de apagones, de retrasos y sin internet ¿por el asalto a Telefónica? Seriedad y hombría que echamos de menos en nuestros dirigentes.
Claro que, si pensamos en ese centro que tenía que investigar sobre la enfermedad del cáncer, y a lo que se dedicaba la señora puesta por el gobierno, comprar cuadros, obras de arte y gastarse los cuartos en viajes, es normal que no haya dinero para pagarle las medicinas a los enfermos. Volvemos a lo de siempre, si tienes dinero, tienes una posibilidad más de vida, si no lo tienes, no lo esperes de la sanidad de los gobiernos, ellos tienen muchos sueldos de amigos que pagar, y muchos votos que comprar con el dinero de los enfermos de cáncer, Ela y otras especialidades. Pandilla.