>La defensa de
Juan David R.C., el hombre investigado por el presunto asesinato de un menor de cuatro años en
Garrucha, ha dado un giro a su estrategia legal este lunes al presentar un total de veintidós archivos de audio ante la justicia. Según ha informado el despacho
Mchm Abogados, encargado de la representación del procesado, estas grabaciones tienen como objetivo acreditar la supuesta inexistencia de un clima de terror en el domicilio familiar de la provincia de
Almería y sostener que el fallecimiento del pequeño, ocurrido el pasado 3 de diciembre, fue el trágico resultado de una cadena de imprudencias y prácticas vinculadas al curanderismo, en lugar de un crimen doloso.
Los letrados han defendido que se encuentran ante unos hechos dramáticos fruto de una praxis cultural errónea y una negligencia compartida por el entorno familiar, por lo que consideran que los hechos deben ser calificados jurídicamente como una imprudencia y no como un asesinato. En esta línea, han aportado a la Sección Civil y de Instrucción número 3 del Tribunal de Instancia de Vera las transcripciones de las citadas grabaciones para intentar probar que la ignorancia y la superstición tanto de la madre del menor como de su pareja derivaron en el desenlace fatal. Para rechazar la imagen de maltratador de su patrocinado, los abogados se apoyan en fragmentos donde el niño se referiría al investigado como "papá".
De acuerdo con la tesis de la defensa, los audios revelarían una supuesta ignorancia supina de los cuidadores frente a un cuadro médico crítico, sugiriendo que el niño fue alimentado con pan con salchichas mientras sufría un fuerte dolor abdominal y daño hepático. Frente a los resultados de la autopsia preliminar que apuntaba a maltrato y agresión sexual, la defensa insiste en que las lesiones hepáticas podrían explicarse por un sobado, descrito como un masaje abdominal vigoroso de curandero ejecutado de forma repetida por manos inexpertas sobre un menor que ya presentaba malestar previo. Sostienen que no dejaron morir al niño por crueldad, sino por no saber interpretar los síntomas de una sepsis.
Los archivos que se han pedido incorporar a la causa en la Comunidad Autónoma de Andalucía dibujarían, según la defensa, un patrón de negligencia sanitaria absoluta basada en la automedicación con ibuprofeno y diagnósticos realizados a través de internet por parte de la madre, lo que habría agravado la hemorragia interna. Asimismo, se alega que la medicina científica fue sustituida por la superstición mediante el suministro de tomitas de agua bendita y preparados caseros para tratar la dolencia del menor. Con estos argumentos, los abogados buscan apuntalar la ausencia de ánimo de matar para encuadrar los hechos en un presunto homicidio imprudente.
Finalmente, la defensa sostiene que los audios acreditarían que los investigados no actuaron en la clandestinidad, puesto que la madre envió fotografías de las lesiones a su padre, residente en Guadalajara, en tiempo real, y realizaba videollamadas con las abuelas en Colombia y Venezuela que supuestamente validaban el estado del niño a distancia. Para los letrados, el hecho de retransmitir la evolución del menor prueba que no había intención de ocultar un crimen, sino una preocupación mal gestionada mediante consejos y remedios caseros validados por el entorno familiar, lo que a su juicio descarta el dolo en los hechos ocurridos en esta zona del Levante almeriense.