La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural ha enviado una carta al ministro Luis Planas, instando al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a que exija a la Unión Europea la activación de la reserva de crisis de la Política Agraria Común (PAC). Esta medida busca brindar ayuda a los ganaderos andaluces que están sufriendo las consecuencias de la enfermedad conocida como lengua azul.
El consejero Ramón Fernández-Pacheco ha afirmado que “es hora de que el Gobierno de España dé un paso al frente ante un problema que excede a las regiones”. En este sentido, ha solicitado una reunión urgente con todas las comunidades autónomas para abordar las consecuencias de esta enfermedad y establecer los pasos necesarios para apoyar a los ganaderos en su lucha contra ella.
Reuniones y coordinación con el sector ganadero
Fernández-Pacheco ha destacado que se trata de una enfermedad con alta incidencia en todo el país. Por ello, se llevará a cabo una reunión el próximo martes con las Agrupaciones de Defensa Sanitaria (ADS) para evaluar el progreso de la vacunación en Andalucía y coordinar acciones entre la administración regional y el sector ganadero.
La Consejería se mantiene en contacto constante con los ganaderos para enfrentar la epidemia. Además, se está impulsando la vacunación mediante las ADS y se están ofreciendo ayudas que pueden alcanzar hasta el 50% de los gastos relacionados con la compra de vacunas contra los serotipos 3 y 8 de lengua azul, así como para servicios veterinarios destinados a su administración.
Compromiso con el sector agropecuario
“Desde la Junta de Andalucía seguiremos apoyando al sector con más acciones y recursos que ayuden a paliar las consecuencias de la enfermedad; si bien la mejor herramienta para hacer frente a la lengua azul es la vacunación”, ha subrayado el consejero.
Es importante destacar que la lengua azul es una enfermedad no zoonótica, lo que significa que no se transmite a los seres humanos. Por lo tanto, los consumidores pueden estar tranquilos al consumir carne de cordero, cabrito o vacuno, así como productos lácteos derivados de estos animales sin riesgo alguno para su salud.