La provincia de Almería se ha convertido, con la celebración del segundo congreso andaluz de pacientes con ictus en el Hospital Universitario Torrecárdenas, en el epicentro del debate sobre una de las urgencias médicas más devastadoras: el ictus. Este encuentro, enmarcado en el Día Mundial dedicado a esta patología, ha reunido a 220 profesionales y ha marcado un hito al colocar al paciente no solo como sujeto de la atención, sino como pieza central de la estrategia sanitaria. El evento, promovido por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía a través del Plan Andaluz de Ictus, y organizado en colaboración con la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), es un claro ejemplo de que la sanidad pública de la Comunidad Autónoma entiende que la lucha contra el ictus es una carrera de fondo que requiere coordinación, humanización y, sobre todo, prevención.
La neuróloga Patricia Martínez, coordinadora del Plan Andaluz de Ictus, ha sido categórica al definir el ictus como una urgencia médica que exige una respuesta inmediata. En sus palabras, el conocimiento de los síntomas de alarma no es un simple dato, sino una "necesidad de salud pública".
Esta afirmación es crucial, ya que el pronóstico de una persona que sufre un ictus (ya sea isquémico o hemorrágico) depende directamente del tiempo que transcurre hasta que se administra el tratamiento. Reconocer a tiempo sus señales puede ser la diferencia entre una buena recuperación o la aparición de secuelas graves, e incluso salvar una vida. La doctora Martínez también ha señalado una realidad ineludible: los perfiles clínicos son distintos en hombres y mujeres, una diferencia que demanda una atención y una concienciación específicas.
El delegado territorial de Salud y Consumo en Almería, Juan de la Cruz Belmonte, ha insistido en este mensaje, destacando la prevención y la información ciudadana como pilares. Su llamamiento a la sociedad a involucrarse ("la salud se cuida entre todos") subraya que, aunque la Administración ponga los medios, la primera línea de defensa está en el conocimiento popular.
La elección del Hospital Universitario Torrecárdenas como sede de este congreso no es casual. Tal y como ha recordado su director gerente, Manuel Vida, el hospital de referencia de la provincia de Almería, con cerca de 800.000 habitantes, supuso un cambio de paradigma hace poco más de seis años con la inauguración de su Unidad de Ictus.
Antes de esto, la provincia carecía de un recurso especializado de este calado. Hoy, la Unidad garantiza la atención neurológica presencial 24 horas y la disponibilidad continua para aplicar tratamientos reperfusores de vanguardia, como la fibrinolisis intravenosa y las trombectomías mecánicas. Esto no es un dato menor: ha convertido a Torrecárdenas en el centro de referencia provincial para estas terapias, asegurando que los almerienses accedan a la máxima calidad asistencial en el momento más crítico.
La calidad de la atención al ictus no es obra de un único profesional. El Congreso ha puesto en valor la multidisciplinariedad, reuniendo a neurólogos, enfermeros, fisioterapeutas, logopedas, terapeutas ocupacionales y neuropsicólogos. Se trata de un enfoque integral donde no solo se trata la patología aguda, sino que se acompaña al paciente en su rehabilitación y en la humanización de todo el proceso.
El diálogo con las asociaciones de pacientes de Ictus y la Asociación de Daño Cerebral, que colaboran en el encuentro junto al Ayuntamiento de Almería y la Universidad, demuestra que la única manera de avanzar es sumando la evidencia científica con la experiencia real de quienes han sobrevivido a un ictus.
La provincia de Almería consolida así su compromiso contra esta enfermedad, entendiendo que invertir en prevención y en unidades especializadas es la manera más eficaz de proteger la vida y la calidad de vida de sus ciudadanos.