La provincia de Almería encara las celebraciones de Nochevieja y la entrada del Año Nuevo bajo la influencia de una inestabilidad atmosférica que pondrá fin a la tregua climatológica de las últimas jornadas. Para la noche del 31 de diciembre, se espera una transición marcada por la estabilidad inicial con presencia de nubosidad y algunas brumas o nieblas, aunque el escenario cambiará sustancialmente con el inicio de 2026. La llegada de una borrasca al Estado español tendrá un impacto directo en la geografía almeriense, donde se prevé que el 1 de enero los cielos permanezcan cubiertos y se registren precipitaciones que podrían ser especialmente intensas en diversos puntos del litoral mediterráneo.
En la capital y las zonas costeras como el Poniente Almeriense, el ambiente durante la última noche del año será fresco pero relativamente agradable, con termómetros que oscilarán entre los 11 y los 14 grados. Sin embargo, en municipios de la Sierra de Gádor como Felix, Enix o Dalías, el uso de prendas de abrigo será indispensable debido a la incidencia del viento de Poniente. Esta situación de contraste térmico se agudizará en el Levante Almeriense, donde localidades como Vera, Garrucha y Mojácar mantendrán inicialmente temperaturas más suaves, mientras que en el interior de la comarca la humedad marítima podría favorecer la aparición de nubes bajas tras el paso de las festividades principales.
El panorama se vuelve más severo en el interior provincial, específicamente en las comarcas de Los Vélez y el Valle del Almanzora. En estos puntos, el año nuevo se recibirá con temperaturas mínimas que podrían alcanzar los cinco grados bajo cero en municipios como Vélez-Rubio, Vélez-Blanco, María y Chirivel. Este frío extremo se debe a la instalación de una masa de aire polar sobre la Comunidad Autónoma, lo que incrementa la probabilidad de heladas generalizadas y sitúa la cota de nieve en niveles que podrían afectar a las zonas más altas de la montaña. En el valle, núcleos como Albox, Macael, Olula del Río, Serón o Tíjola también experimentarán madrugadas especialmente gélidas durante la jornada de mañana.
Las previsiones indican que la jornada de Año Nuevo no solo vendrá acompañada de un descenso térmico, sino también de una probabilidad de lluvia que se sitúa en torno al 10 por ciento de forma general, pero que se intensificará a medida que avance la borrasca. Se realiza un llamamiento a la precaución en los desplazamientos por carretera, especialmente en las zonas de interior donde las placas de hielo y la posible nieve en cotas altas pueden condicionar la circulación. Este giro invernal se consolidará durante los primeros días de enero, estableciendo una tendencia de tiempo frío y húmedo que previsiblemente se mantendrá hasta la festividad de Reyes en toda la provincia de Almería.