Almería se ha consolidado como uno de los principales focos de concentración de menores de edad con nacionalidad extranjera en Andalucía. Según los últimos datos publicados por el Observatorio de la Infancia y Adolescencia de Andalucía, basados en el Censo de Población y Viviendas de 2024, en la provincia residen 30.765 chicos y chicas de entre 0 y 17 años que no tienen nacionalidad española. Esta cifra representa el 23,4% del total andaluz y convierte a Almería en la segunda provincia con más menores extranjeros, solo por detrás de Málaga (47.305).
Pero el dato más llamativo no es solo el volumen, sino el peso específico que tiene esta población dentro del conjunto de menores de la provincia. En Almería, uno de cada cinco niños o adolescentes (el 20,8%) tiene nacionalidad extranjera. Ninguna otra provincia andaluza se le acerca: en Málaga el porcentaje es del 15,2%, en Huelva del 8,7% y en Granada del 7,8%. Las cifras caen de forma significativa en provincias como Cádiz (4,3%), Sevilla (4,0%), Córdoba (3,7%) o Jaén (3,8%).
Este alto porcentaje se explica por varios factores estructurales. El primero, el tradicional peso de la inmigración en la provincia, estrechamente vinculada al sector agrícola. El segundo, una natalidad más alta que la media, tanto entre población nacional como extranjera. De hecho, Almería es también la provincia andaluza con mayor tasa de natalidad: 8,72 nacimientos por cada mil habitantes, muy por encima del promedio regional (7,13) y nacional (6,61). En comparación, provincias como Málaga y Cádiz apenas alcanzan los 6,67 y 6,69 nacimientos por mil habitantes, respectivamente.
Una infancia diversa y creciente
El fenómeno no es nuevo, aunque sí creciente. A nivel autonómico, la población menor de edad con nacionalidad extranjera ha pasado de algo más de 53.600 menores en 2004 a 131.206 en 2024, lo que supone un aumento del 144% en dos décadas. Si bien el crecimiento no ha sido lineal —hubo un descenso del 19% entre 2012 y 2017—, en los últimos siete años ha vuelto a repuntar con un incremento del 33,7%.
En términos globales, estos menores representan ya el 8,6% del total de la población infantil andaluza. Su distribución por sexos es bastante equilibrada: el 51,9% son chicos (68.092) y el 48,1% chicas (63.114). En cuanto a franjas de edad, el grueso se concentra entre los 6 y los 11 años, especialmente entre los 9 y 11, donde se sitúa el 18,1% del total.
Comparativa provincial: el contraste norte-sur
Mientras Almería y Málaga acaparan más del 59% de todos los menores extranjeros de Andalucía, otras provincias muestran cifras significativamente menores. Jaén y Córdoba apenas suman un 2,9% y un 3,6% del total, respectivamente. En números absolutos, Jaén apenas cuenta con 3.757 menores extranjeros, frente a los más de 30.000 de Almería.
Sin embargo, si se analiza el peso relativo de esta población extranjera dentro del total de personas extranjeras en cada provincia, también Almería lidera con un 17,8%. Es decir, casi uno de cada cinco extranjeros residentes en la provincia es menor de edad. Le siguen Jaén (16,8%) y Córdoba (16,7%), lo que muestra una composición también joven de la inmigración en estas zonas, aunque en términos absolutos las cifras sean mucho menores.
Reto demográfico y educativo
La presencia creciente de menores extranjeros en Almería supone, además, un desafío para los servicios públicos, especialmente en el ámbito educativo. La necesidad de recursos para atender una población escolar cada vez más diversa en términos culturales y lingüísticos es evidente, especialmente en localidades con alta densidad de población inmigrante, como El Ejido, Níjar, Vícar o Roquetas de Mar.
En paralelo, se abren oportunidades: el dinamismo demográfico que aportan estas familias mitiga en parte el envejecimiento poblacional que afecta a buena parte del Estado. Mientras otras provincias y comunidades sufren una pérdida progresiva de población joven, Almería mantiene un perfil más juvenil gracias, en gran medida, a la población extranjera.
Un futuro multicultural
La fotografía que dibujan estos datos revela que Almería no solo es una de las provincias con mayor presencia de menores extranjeros en Andalucía, sino también uno de los territorios con mayor diversidad cultural en las aulas y en los parques. Lejos de ser un fenómeno anecdótico, se trata de una tendencia consolidada y con visos de continuidad.
En un momento en el que la natalidad cae en picado en la mayoría del Estado, la realidad demográfica de Almería plantea una paradoja: es una de las pocas provincias donde el relevo generacional parece estar